La casa natalicia del Padre Tosca, Valencia


Tomás Vicente Tosca nació el 21 de diciembre de 1651 en la calle Serranos de Valencia, a la altura del actual número 27. Con evidentes transformaciones, su casa natalicia sigue todavía en pie, y la fachada conserva una placa ubicada en 1878 conmemorando la celebridad que allí nació. Su padre, Calixto Tosca de los Ares, fue doctor en medicina y catedrático del Estudio General de la Universidad de Valencia. Su madre, Francisca Mascó, enviudó cuando nuestro protagonista apenas contaba con un año, y se volvió a casar con un notario de sueldo modesto. Tomás Vicente Tosca fue un reputado matemático, arquitecto, filósofo y teólogo. Estudió Gramática, Filosofía y Teología en la misma Universidad de Valencia. Su instrucción en lenguas ilustra el tipo de persona que fue. Además del latín, dominaba perfectamente griego, hebreo, italiano y francés. Durante su adolescencia ingresó en el "Oratorii Parvi Fraternitas". Se trataba de una fraternidad bastante restringida bajo la advocación de San Felipe Neri, orientada a conocidas prácticas de piedad: reuniones para orar, visitas a enfermos, etc. Construyó el portal del Puente del Real y la iglesia de la Congregación. La primitiva sede valenciana de la Congregación se hallaba en el mismo espacio que en la actualidad, ubicada en la plaza de San Vicente Ferrer, o más popularmente, plaza de los Patos, en un edificio que fue sustituido por la Iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri. Esta será diseñada años más tarde (1725-1736), por el mismo Padre Tosca, quien llegó a ostentar el cargo de mayor rango dentro de la Congregación. 

Placa conmemorativa en la fachada de la calle Serranos

Tosca fue uno de los fundadores en Valencia de la llamada corriente de los "Novatores". Los novatores fueron un grupo de pensadores que se anticiparon al deseo de los eruditos del siglo XVIII de evaporar las oscuridades de la humanidad bajo el amparo de la Ilustración. Fueron la vanguardia científica previa al llamado Siglo de las Luces. Apasionado de la sabiduría y de la promoción de esta, Tosca instituyó en 1697 una escuela de matemáticas en las dependencias de la Congregación, donde acudían los jóvenes nobles de la ciudad anhelosos de nuevos conocimientos. Su academia mostró sensibilidad hacia otros campos por los que el valenciano se había interesado y funcionó hasta que la guerra de sucesión la hizo insostenible. Daría clase de matemáticas en la Universidad de Valencia, y llegó a ocupar el cargo de vicerrector entre 1717 y 1720. Según algunos estudiosos, otra huella de su arquitectura es la hermosa traza del Paraninfo universitario.

Entre 1707 y 1715 realizó su obra más laureada, un Compendio matemático que constaba de nueve volúmenes. Fue editado íntegramente hasta en 4 ocasiones durante el siglo XVIII, además de otras ediciones parciales que mostraron la gran acogida de sus textos.

Tosca puso todos sus conocimientos al servicio público en diversas ocasiones: mejoras estructurales del puerto del Grao, diseños para el puerto de Cullera, planificaciones de canales navegables en el Júcar, o la ejecución del portal del Puente del Real son algunos ejemplos. Aunque el más significativo fue el conocido plano, un encargo municipal por el que cobró 150 libras y que se conserva, restaurado en1999, en una sala del Museo Histórico Municipal del Ayuntamiento de Valencia. El "Capellà de les ratlletes" estaría fascinado si supiera que, más de trescientos años después, la esencia de su plano ha sido trasladada a tres dimensiones y puede observarse en el MUVIM.

Maqueta del plano del Padre Tosca

Desde 1875 hasta principios del presente siglo, la calle a él dedicada fue apenas una calleja o callizo en el antiguo barrio de Moret, que debía su nombre a que fue arrancado de la antigua Huerta de Moret. De aquella huerta, naturalmente no queda nada y la calleja en cuestión se hallaba en el lado par de la Gran Vía Fernando el Católico entre las calles Espinosa y Maestro Palau. Todavía la recuerdo de mi época de estudiante en la cercana Academia Castellano. Cuando se urbanizó la zona de Fernando el Católico y se edificó la manzana descrita, la calle en cuestión fue, por una parte, cortada por la Gran Vía y por el otro extremo cortada, convirtiéndose en un cul de sac, atzucac o callejón sin salida. Así siguió algunos años, hasta que se construyó un nuevo edificio, tapando y anulándolo. Sobre el año 2002, el clamor que reclamaba una calle más digna para nuestro personaje tomó forma, y la calle de Viriato cambió su nombre por la de Padre Tosca, lo cual tiene sentido, pues, aunque estrecha, va desde la calle Serranos, justo en la esquina de su casa natalicia, hasta la calle Palomino.

Actual calle del Padre Tosca

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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