La plaza del Árbol, Valencia


En la confluencia de la calle Baja con Santo Tomás haya una pequeña plaza denominada actualmente del Árbol. En realidad, como atestiguan los documentos antiguos, se trata de la Plaça de l'Àlber, por un hermoso álamo que allí crecía. El Padre Tosca, en su plano de Valencia de 1704, aún lo dibuja, esquemático, pero monumental. Sin duda, a partir de un determinado momento se produjo una, digámoslo así, "equivocada interpretación", y del "àlber" se pasó al sencillo e insubstancial árbol.

El olivo de la plaza

En la actualidad encontrarán en la plaza un olivo, que nuestro Ayuntamiento tuvo a bien plantar para rememorar aquel "àlber" monumental que debió existir en el raval de Roteros. Es complicado dar con una fecha exacta de plantación; el actual olivo debió plantarse en la década de 1960; en fotografías anteriores no existe. Lo que sí se sabe es que un árbol se encuentra en esa misma ubicación desde hace al menos 300 años.

A pocos metros de él podemos encontrar lugares tan emblemáticos del barrio como la Plaza del Carmen o la Plaza de Mosén Sorell. Hoy la plaza continúa siendo lugar de encuentro, con establecimientos como la Taberna del Árbol o el restaurante La Comisaría.



Recientemente se han encontrado 13 tumbas completas de una necrópolis islámica en una excavación realizada en el número 2 de la plaza del Árbol donde la Generalitat ha reactivado la construcción de ocho viviendas paralizada hace años por la crisis económica. La necrópolis islámica adosada a la antigua muralla se ha visto alterada debido a las construcciones que se han ido superponiendo en épocas posteriores. En el siglo XIV, ya en la época cristiana, sobre esta zona se ubicaba el barrio de Roteros, un barrio gremial de artesanos, y del siglo XX, se han encontrado restos de un gran horno.

Junto a la plaza también se encuentran los restos de la bodega más antigua de la ciudad. Se trata de un ‘celler’ (bodega en valenciano) que pertenecía a una casona agrícola señorial del siglo XIII, concretamente a años cercanos (y posteriores) a la conquista cristiana de la ciudad en 1238. El hallazgo de estos restos se produjo de manera casual a finales de los años 90, cuando se demolieron algunas viviendas de la zona y se excavó para construir los garajes y cimientos de 21 viviendas de VPO. En la actualidad, esta antigua bodega forma parte de la sede de Proava (Promoción Agroalimentaria de Calidad de la Comunidad Valenciana), organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es la promoción de los productos agroalimentarios valencianos. Al ‘celler’ se accedía a través de una empinada escalerilla por lo que hoy es la calle Baja, en aquellos tiempos fuera de las murallas que rodeaban la ciudad. Estamos hablando de la antigua muralla árabe, ya que la cristiana no se construyó hasta un siglo más tarde, impulsada por el rey Pedro el Ceremonioso. El recinto, en cuya construcción se utilizó el tapial en costra (tierra prensada con capas de cal), tiene planta rectangular y unas dimensiones de siete por cinco metros. Sus muros alcanzarían los cuatro metros de altura. El espacio central tiene un banco corrido y un arco rebajado. A la obra que encontramos hoy en día se añadieron dos arcos de sillería recuperados del derribo de la edificación que existía en la calle Baja, 31.

Fuentes:
Fotografías originales del autor



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