El monumento a San Pedro Pascual, Valencia
Adosada al pretil del río en el paseo de la Pechina, la ciudad acordó levantar una estatua del santo valenciano del siglo XIII, obispo en Jaén y mártir en Granada, Pedro Pascual. La iniciativa partió del gobierno municipal y fue llevada a cabo por la Fábrica Nova del Riu, erigiéndose en 1761 en el Paseo de la Pechina una monumental estatua que representa al santo sosteniendo un libro, en señal de su apostolado, y a sus pies un ángel con la tiara de obispo. La monumental obra en piedra fue labrada por el escultor valenciano Tomás Llorens, hijo del arquitecto del mismo nombre, y uno de los protagonistas de la escultura en la época, autor de algunas de las estatuas de los doce Apóstoles en el interior de la Iglesia de las Escuelas Pías, imágenes que por su actitud y expresión constituyen obras de mayor acierto artístico que la referida obra monumental. El monumento a San Pedro Pascual permanece sobre un gran pedestal en el que consta una extensa inscripción redactada en latín según las fórmulas clásicas, en su original emplazamiento. La mano derecha ha sido repuesta en épocas recientes; durante muchos años ha estado sin ella.
La inscripción de la lápida dice, traducida, "Al Dios óptimo y máximo y a San Pedro Pascual, mártir invictísimo que ennobleció a Valencia con su nacimiento, a la Universidad de París con sus estudios, a la Santa Iglesia Catedral con el canonicato, a la Orden de Santa María de la Merced con su protección religiosa, a Jaén con su episcopado, a Granada con su martirio, a la Santísima Virgen Inmaculada con su pureza y a toda la Iglesia de Jesucristo, con sus buenos ejemplos y doctos: el Senado y el pueblo valenciano y los cuatro administradores de las obras públicas para contener las furiosas avenidas del río. Año 1761."
San Pedro Pascual, Obispo de Jaén y mártir de los moros en Granada, nace en Valencia hacia 1227, todavía bajo dominio musulmán, en la actual calle del Portal de Valldigna. Miembro de una familia mozárabe, fue bautizado en la iglesia de San Bartolomé, y estudió en París, siendo nombrado a su regreso a Valencia canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana, cargo al que renunció para recibir el hábito de la Orden de la Merced. Se encargó de la educación del infante D. Sancho, hijo de Jaime el Conquistador, que más adelante fue arzobispo de Toledo. San Pedro Pascual fue nombrado legado para los reyes de España y Francia, y hallándose en París defendió el misterio de la Concepción por medio de sabias y profundas conferencias. De regreso a España fue nombrado obispo de Jaén y, hecho preso por los moros de Granada moría martirizado el 6 de diciembre de 1300. Años después, en 1761, la ciudad de Valencia erigía un monumento a San Pedro Pascual en el tranquilo y hermoso paseo de la Pechina, que desde el Portal Nou se prolongaba hasta las proximidades de la Cruz de Mislata, frondoso de árboles y lindante a huertos jardín como el de Juliá.
Casa natalicia de S. Pedro Pascual, junto al Portal de Valldigna |
Fuentes:
Fotografias originales del autor
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