El Palacio de Justicia de Valencia
El edificio del Palacio de Justicia se encuentra ubicado en la calle Palacio de Justicia sin número; su actual denominación es el de Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Fue en su origen la Casa Aduana Real, construida por orden de Carlos III entre 1758 y 1802. Las obras fueron iniciadas por el académico valenciano Felipe Rubio Mulet, y al fallecimiento de éste las continuaron su cuñado Antonio Gilabert y Tomás Miner
Por ella se canalizaba todo el comercio que, proveniente del mar, hacía de Valencia uno de los centros económicos del siglo XVIII. En el año 1828 las oficinas de la Aduana fueron trasladadas a plaza del Conde de Carlet, en el edificio ya derribado que ocupaba el Colegio de Loreto, hasta 1841 en que fueron trasladadas al Grao. El mismo año de 1828 en el gran edificio que había dejado de ocupar la Aduana en la Plaza de la Glorieta, es instalada la Fábrica Nacional de Tabacos, hasta 1914 en que comenzaron las obras de adaptación para convertirla en la sede del Palacio de Justicia. En el piso principal, el más extenso, estaban las oficinas del Administrador General de Rentas, de la Contaduría del Tabaco, mientras que la planta baja albergaba las máquinas de picar, los talleres de empaquetar picaduras, el desvenado de rama, almacenes de distribución y escogido de rama, las máquinas de vapor y generadores, etc.
En la noche del 2 al 3 de agosto de 1895, se produjo un gran incendio en la Fábrica de Tabacos, provocado por una chispa salida de la Fábrica de Electricidad instalada en su cercanía propiedad del Marqués de Campo, antes Fábrica de Gas. Este hecho motivó la construcción de una nueva fábrica de tabacos, terminada ya en el año 1909, pero no pudo utilizarse debido a que fue utilizado como Palacio de Industria en la famosa Exposición Regional de 1909 y continuada como Exposición Nacional al año siguiente. Desalojado, por fin, el monumental edificio de la Glorieta, hubo que llevar a cabo lentas y costosas reformas, de las que se encargó el arquitecto don Vicente Rodríguez. En la fachada se cambió una fila de antiguas rejas por balcones y en el interior se formaron salones, se repuso un vestíbulo y, sobre todo, se construyó la gran escalera principal. Terminadas totalmente las obras de restauración y adaptación, se trasladó la antigua Audiencia en 1922.
A instancias del Ayuntamiento de Valencia, Camilo Grau Soler inició en 1951 una serie de actuaciones de reforma. La más significativa, de 1952, reorganizó la Sala de Pasos Perdidos que daba acceso a los despachos presidenciales. En 1953 se emprendieron nuevas reformas para instalar en el Palacio de Justicia los servicios de la Audiencia Territorial. Un último proyecto de 1964, transformó parcialmente la planta de cubiertas para oficinas. En 1982 es declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. Y en 1996 se comenzaron los trabajos de restauración de las fachadas del Palacio, consistentes en la eliminación de la suciedad y de la contaminación acumulada en las fábricas, en la interrupción de los procesos degenerativos, reparación de las carpinterías, consolidación de la balaustrada y de las flámulas, restauración de los elementos escultóricos y ornamentales y repristinación de las fábricas tanto de ladrillo como de cantería.
El edificio ocupa una gran manzana rectangular y sus fachadas están compuestas por muro de ladrillo visto entre pilastras de piedra con zócalo almohadillado, y balcones con frontones rectos y curvos que se abren en el piso principal. La cornisa con balaustres, gallones y hornacinas muestra aún un gusto barroco, mientras la portada central se destaca del muro en forma de imafronte y se remata con un conjunto escultórico en el que Carlos III aparece entre dos Virtudes la Prudencia y la Justicia, obras de Ignacio Vergara.
En su interior una escalera monumental, de un puro academicismo neoclásico que recuerda a las de los palacios, se abre tras la puerta, dividiendo en dos el patio porticado. El edificio está catalogado Bien de Interés Cultural.
Detrás del edificio, cuando cumplía funciones de Fábrica de Tabacos estaba situado el Asilo de Lactancia, lugar donde los hijos de las empleadas (las cigarreras) eran acogidos mientras estas estaban trabajando. Posteriormente este mismo edificio sería conocido como Gota de Leche, por facilitar alimento a los niños desfavorecidos de la ciudad. El edificio fue derribado a mitad del siglo XX.
Fuentes:
Fotografías originales del autor
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