Las Atarazanas del Grao de Valencia


Están situadas en la plaza Juan Antonio Benlliure, junto a la iglesia de Santa María del Mar de Valencia. Fueron construidas en el siglo XIV en estilo gótico valenciano. El aumento de actividad del puerto hizo ver la necesidad de disponer de unos lugares aptos para la construcción y reparación de naves, a la vez que para depósito de aparejos y mercancías. El Consejo de la ciudad acordó en 27 de agosto de 1338 que, de lo recaudado en contribución se construyera un edificio para servir de guardería de remos y demás aparejos de las naves. Estas fueron las primeras Atarazanas del Grao, ignorándose su tamaño y disposición en planta y alzado. Pudieron adquirir su actual disposición por el acuerdo, sobre sus obras de reparación y aplicación, adoptado por los jurados de Valencia del 12 de agosto de 1500.

Arcos de ladrillo

Arcos de comunicación entre naves

Las Atarazanas estarían a corta distancia del mar, habiendo citaciones en el Archivo Regional y confirmándolo los grabados de dicha época; posteriormente el mar se retiraría a su posición actual.

Constan de cinco naves paralelas, de planta rectangular, de unos 10 por 48 m. Responde al modelo de edificación de naves cubiertas a doble vertiente bajo teja árabe, sostenida por vigas y entrevigas de madera sobre arcos fajones, o arcos diafragmas, de diez metros de luz aproximadamente y arcos-muros que constituyen una gruesa pared, aquí de ladrillo, perforada por el vano de una amplísima ojiva.

Nave con arcos fajones

Cada nave tiene ocho tramos, comprendidos entre nueve arcos diafragmas, lo que hace un total de cuarenta espacios o tramos. El edificio ha sufrido profundas alteraciones en algunas naves, y especialmente en las fachadas. Entre nave y nave se abren ocho arcos, también ojivales, casi equiláteros, de parecido perfil e igual material a los diafragmáticos, que comunicarían cada tramo con su vecino, estando hoy cegados, salvo dos que comunican las naves primera, segunda y tercera.

Fachada trasera. Al fondo, el campanario de Santa María del Mar


Porche en la fachada principal

La parte trasera, es la mejor conservada, por no haber tenido ni tener puertas de acceso, ni afectarle las reformas de la fachada. En ella destaca el ladrillo grande con mucho tendel, como en todas las partes del edificio, formando arcos apuntados de rosca que refuerzan este muro posterior.

Las atarazanas debieron ser construidas en distintos momentos, pero las gárgolas góticas no permiten suponer obra muy posterior a sus orígenes. Francesc Tona fue el constructor del porche en la fachada principal en el siglo XV, donde a pesar de las restauraciones llevadas a cabo se han respetado los canalones de piedra para la lluvia, que son los originales y conservan el escudo de la ciudad. En las obras de este edificio participaron maestros canteros como Pere Compte, que fue el Maestro de Obras de la Catedral de Valencia. Se utilizaron y no solo para el comercio, también para armar buques y galeras en defensa contra los piratas berberiscos "moros de Berbería". Después de la guerra de sucesión española, agentes de Felipe V se incautaron el edificio, pasando más tarde a almacén, de la sal y otras cosas, hasta que en 1802 fueron adjudicadas, en pago de deudas de contribución del municipio, a la Real Hacienda, y el Estado, en septiembre de 1849, vendió los cinco cuerpos a particulares. Una de las naves, la segunda, fue utilizada como cine en 1915. Entre los años 1980 y 1982 sirivieron como alojamiento provisional a las Rocas del Corpus, mientras tanto se hacían obras de reforma en la conocida como Casa de las Rocas. Fueron adquiridas por el consistorio y restauradas en los años 90 por el arquitecto valenciano Manuel Portaceli Roig, y por fin inauguradas en 1994, convirtiéndose así en un nuevo espacio museístico para la ciudad.

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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