La Plaza de San Luis Beltrán

Casa natalicia de San Luis Beltrán

La Plaza de San Luis Beltrán, próxima a la de la Almoina, posee un pasado histórico en el que van de la mano el viejo granero, hoy digna sala de exposiciones, la casa natalicia de quien da nombre a la plaza, y un restaurado caserón en el que la heráldica y el hierro forjado dan sabor noble a su fachada con zócalo de piedra de sillería. Recibió anteriormente la denominación de plaza de Cocentaina (1501), y del Almudín (1663) por estar inmediata al edificio del Almudín. También se renombró como plaza de la Granota y anteriormente como plaza de Çanoguera, apareciendo con este nombre en un Bando de 1691, por tener en ella su casa, don Bernardino Zanoguera y Pexo, Mestre Racional. En relación con este cargo foral también se renombró como plaza del Maestre Racional. Durante la guerra civil (1936-39) se rotuló con el nombre de plaza de los Derechos del Niño.

En el centro de la plaza se encuentra la fuente labrada en piedra con el bronce del santo valenciano. La pequeña fuente se levantó en 1966 construida en piedra de Jávea, centrada con la imagen del Santo, con el Crucifijo en una mano obra en bronce del escultor Vicente Rodilla. Consta de un brocal con rondos en relieve encuadrados por molduras, que cierra la pila de dos metros de diámetro y que soporta un depósito de sección elipsoidal del que se vierte por varios conductos el agua a la pila. La obra fue dirigida por los arquitectos Román Jiménez y Emilio Rieta. La estatuilla fue mutilada en el mismo año y después retirada por el Ayuntamiento. Ha sido respuesta el año del centenario del santo.

Estatua en bronce de San Luis Beltrán
Su mayor encanto reside en su permanente aspecto, sin que los cambios producidos en cualquier otro punto de nuestra ciudad, hayan tenido eco en tan añeja plaza en la que más parece que el tiempo detuvo su avance. Sólo la restauración y el lustre de sus piedras la mantienen intacta, uniendo el medioevo con el respeto de la modernidad, en un marco que con seguridad permanecerá anclado durante mucho tiempo, como uno más de los muchos testimonios urbanos de lo que fuimos.

El Almudín

El Almudín valenciano, la antigua alhóndiga de origen medieval, se construyó en el siglo XV, en los años de gran bonanza económica para Valencia, y que posteriormente fue utilizado para distintos fines. En los inicios del siglo XX se convirtió en sede del Museo Paleontológico, y en nuestros días se suceden exposiciones de interés cultural. 

Destaca en esta entrañable plaza el palacio de los Escrivá, gótico del siglo XV, reformado en el siglo de la Ilustración y restaurado hace treinta años, tal y como lo conocemos en la actualidad.

Retablo cerámico en la casa natalicia








La Casa natalicia de San Luis Bertrán es un edificio catalogado como Bien de Relevancia Local. El santo valenciano vino al mundo en esta plaza a principios del año 1526, y su casa natalicia fue reformada en el siglo XIX, creciendo en altura. Destaca su balcón corrido y un maravilloso retablo cerámico en el que se contempla a Jesús en la Cruz. Con motivo de la beatificación del santo valenciano, en 1608, se construyó una capilla en cuyo dintel figura el rótulo de “Casa Natalicia de San Luis Beltrán”. La capilla es de planta rectangular; en el interior hay una imagen de San Luis Bertrán, obra del escultor Vicente Rodilla, ya que la original de Ignacio Vergara desapareció. Ante ella se celebra un oficio religioso en la festividad del santo, que se traslada de ordinario al último domingo de octubre.

Luis Beltrán fue bautizado en la Iglesia de San Esteban; fue novicio dominico y misionero en Colombia, donde contrajo una enfermedad que le hizo regresar a Valencia; aquí dirigió un Convento de la Orden. Con motivo de su enfermedad se trasladaba con frecuencia hacía las huertas de Ruzafa, hasta llegar al lugar de una fuente cuyas aguas bebía recomendadas en beneficio de su salud. Cuenta la leyenda que las aguas bendecidas por el padre dominico fueron causa de milagros, y en su recuerdo se conserva la “Fonteta de Sant Lluis” y al camino que recorría, como “Carrera de Sant Lluis”. Fue canonizado por Clemente X el 5 de abril de 1671.

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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