La subestación eléctrica de Patraix, Valencia


En la avenida de Gaspar Aguilar, en el barrio de Favara, se encuentra una subestación de transformación eléctrica que ha sido motivo de lucha de los vecinos desde el 2006. Estos defienden que este centro es peligroso para su salud y por eso siempre han pedido su cierre definitivo.



La tensión se acrecentó cuando en 2007 la subestación sufrió una explosión que, aunque no provocó víctimas, aumentó el miedo de los vecinos, ya que en las fincas de alrededor la humareda invadió las viviendas. Gracias a la constante lucha de los vecinos, en 2008 se cerró la subestación, en 2009 se denegó su licencia de actividad y en 2015 se desautorizó definitivamente. No obstante, su traslado está programado para el 2022 a una zona más alejada de la ciudad, junto al cementerio general, en la zona del nuevo cauce del río Turia. Aún así, la subestación sigue activa, y si no a pleno rendimiento, sí que funciona de forma auxiliar cuando los picos de demanda energética lo requieren.




Esta subestación se instaló en la antigua Central Térmica “La Valenciana”, que en origen, aprovechaba los beneficios del suministro de agua de la acequia de Favara y la óptima comunicación con la ciudad mediante el Camino del Cementerio. Este edificio perteneciente a la Sociedad Valenciana de Electricidad fue construido en 1908, obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín, y se encargaba de suministrar electricidad a través de la quema de combustibles como el carbón o el gas-oil.

La chimenea en concreto fue restaurada en el año 2003 por la empresa VASECO. Al igual que toda chimenea de ladrillo, consta de tres partes diferenciadas: base o pedestal, fuste (también se puede llamar caña o tubo) y capitel (llamado también coronamiento o remate). La base y el fuste en este caso son circulares; a mitad altura del fuste aparecen dos anillados resaltados de ladrillo, que no son frecuentes, y que quizás constituían un ornamento o formaban una base para colocar un depósito de agua. Y finalmente destaca el capitel, el cual suele aparecer más decorado, ya que es la parte más visible donde el ejecutor marca su huella más personal.

Fuentes: 
Fotografías originales del autor

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