Homenaje a Blanquita
Blanquita fue una indigente gitana del barrio del Carme, en Valencia, conocida por todos los vecinos por su simpatía, generosidad y cercanía. Quienes la conocieron aseguran que ponía motes a todo el mundo y que le gustaba jugar a las cartas con los transeúntes. Su nombre popular hace referencia a que siempre vestía de blanco y llevaba rollos de papel higiénico colgados del cuello, aunque pocos saben porqué. Blanquita no era muy aficionada a hablar de su vida; de hecho, no le gustaba que le hicieran fotos ni aparecer en los medios, a pesar de la insistencia de los periodistas por narrar la historia de un personaje tan emblemático de Valencia. Gracias a su labia, conseguía sobrevivir con el dinero y comida de los vecinos. Su vida tuvo un trágico desenlace: murió atropellada en el año 2000 y fue enterrada como "pobre de solemnidad".
La imagen que la recuerda está en la calle de Caballeros, muy cerca de la plaza del Negrito. También existe un café con su nombre en la plaza del Doctor Collado.
https://www.lavanguardia.com/local/valencia/20141226/54422775127/cafe-blanquita-cafes-pendientes-valencia.html
http://www.lrmcidii.org/el-carme-siempre-tuvo-muchos-colores-pero-el-principal-fue-el-blanquita/
Fotografías originales del autor
Hay algún libro que habla de blanquita. Cual es su título y autor quisiera comprarlo
ResponderEliminarNo hay libros sobre pobres. Pero es una buena idea que lo inicies, ahora que ya tienes tema.
EliminarLa recuerdo perfectamente!! Un día se sentó con nosotros mientras cenabamos en un restaurante del Carmen ya desaparecido y nos amenizo toda la cena!! Vaya personaje.. no sabía q murió atropellada...
ResponderEliminarMurió yendo por las huertas de Alboraya, las que llevaban antiguamente a la patacona, me la hice en Beni unas horas antes 😞.
EliminarPor cierto su manera de jugar a las cartas era básicamente que la gente cogiera carta pusiéramos un duro encima y ella decidía quien ganaba, que solia ser ella XDXD.
Tengo muy mal recuerdo de ella. Estuve viviendo un par de años en Valencia en los años ochenta, cuando yo era un jovencito. Una noche, yo estaba sentado en una terraza y vino a pedir dinero. Queriendo hacerle un favor, le di una moneda que creo que era de 25 pesetas. Poniendo el grito en el cielo, me insultó y la rechazó tirándola al suelo. Se ve que su mendicidad tenía una tarifa mínima. Me quedé flipado. Recogí la moneda que había tirado, para que quedara claro que para mí sí tenía un valor, y le aseguré que nunca iba a volver a darle nada. Cumplí la promesa, aunque la vi muchas veces. Reconozco que, desde entonces, siempre la miré con mala cara. Me resultaba insoportable. Se daba unos aires que para mí poco tenían de simpatía, generosidad y cercanía. En las ciudades suele haber personajes similares que se hacen populares (por ejemplo, en San Sebastián, donde yo nací, teníamos a un tal Txantxillo). La Blanquita esta me parecía una engreída, una especie de insoportable princesa de la mendicidad. Quizá soy injusto, pero mi primera experiencia con ella me dejó un recuerdo muy desagradable.
ResponderEliminarEntiendo tu impresión, yo la conocí por 1981, y en diversas ocasiones fui testigo de ese carácter personal que tenía, lanzaba el dinero si no le parecía apropiado, creo que, como comenta Dosseñorasgordas88, hay mucho de mito, y tal vez con la merma que proporciona el paso del tiempo, se sobrevaloren tiempos, personajes que tuvieron "su aquel".
EliminarQue tú hayas visto en diversas ocasiones que podía comportarse así confirma que lo que me pasó a mí con ella no fue un hecho aislado, aunque por lo visto hay quien piensa que era una mujer simpatiquísima a la que quería todo el mundo, excepto algún individuo poco social.
EliminarPersonajes de este tipo, cada uno con sus peculiaridades, existen en muchos pueblos y ciudades. Al final, queda un recuerdo popular de ellos que genera un mito sobre su figura que no siempre se ajusta demasiado a la realidad. En cualquier caso, es comprensible que personas como Blanquita hayan alcanzado cierta fama y se les recuerde durante mucho tiempo. Son gente que destaca por su personalidad en medio del “pueblo llano”.
No digo nada más. Soy el mismo Carlos de ahí arriba, pero ahora no aparece mi nombre.
Saludos
Vale, sí que aparecía el nombre. Al menos, se ha visto que no mentía. 😂😂
EliminarAhora sí que lo dejo. Que le vaya bien a Blanquita, donde quiera que esté, y pelillos a la mar...
Saludos
Tengo muy mal recuerdo de ella. Estuve viviendo un par de años en Valencia en los años ochenta, cuando yo era un jovencito. Una noche, yo estaba sentado en una terraza y vino a pedir dinero. Queriendo hacerle un favor, le di una moneda que creo que era de 25 pesetas. Poniendo el grito en el cielo, me insultó y la rechazó tirándola al suelo. Se ve que su mendicidad tenía una tarifa mínima. Me quedé flipado. Recogí la moneda que había tirado, para que quedara claro que para mí sí tenía un valor, y le aseguré que nunca iba a volver a darle nada. Cumplí la promesa, aunque la vi muchas veces. Reconozco que, desde entonces, siempre la miré con mala cara. Me resultaba insoportable. Se daba unos aires que para mí poco tenían de simpatía, generosidad y cercanía. En las ciudades suele haber personajes similares que se hacen populares (por ejemplo, en San Sebastián, donde yo nací, teníamos a un tal Txantxillo). La Blanquita esta me parecía una engreída, una especie de insoportable princesa de la mendicidad. Quizá soy injusto, pero mi primera experiencia con ella me dejó un recuerdo muy desagradable.
ResponderEliminarSiento que se haya repetido el comentario.
EliminarCarlos, me parece que tu eres el único que habla mal de BLANQUITA, cuando mis colegas y yo, hemos ido al carmen es los años 80, cuando BLANQUITA fue querida por toda la gente que íbamos por ir las noches al carmen jugábamos con ella al montón bmcon las cartas unas veces ganaba ella y otras yo fue querida por todo el mundo y me parece que tu eres una persona poco sociable, cuando murió BLANQUITA más de una o sea, muchas personas lloramos su muerte E. P. D PARA TI Y MUCHOS BESOS, ALLÁ DONDE ESTÉS 😘😘😘😘😘😘😘
EliminarVaya. Así que yo soy una persona poco sociable? No puedo juzgarla con mucho conocimiento de causa, pero considero que el trato que tuvo conmigo cuando yo no era más que un jovencito que la quiso ayudar con toda su buena intención no fue muy correcto. Por eso me quedó de ella muy mala impresión. Tú, como jugabas mucho con ella a las cartas, tienes otra impresión. Yo solo he hablado de lo que me pasó a mí y, cuando la ponen por las nubes por su categoría humana, no puedo apoyar esa sensación. Sin más. Muchas gracias por tus “cariñosos” besos. Y, por supuesto, que Blanquita descanse en paz. Aunque me resultara antipática, nunca le deseé ningún mal. Un saludo.
EliminarLa primera impresión cuenta, Carlos vio un lado malo de Blanquita y está en su derecho de que le cayese mal. A mi me parece que no debía ser tan entrañable como el mito popular pretende, pero bueno, cada uno es libre de opinar.
ResponderEliminarManteniendo el entrañable recuerdo de una época, comparto la apreciación.
EliminarYo la conocí por Canovas
EliminarDonde trabajaba su hijo,
Blanquita tenía sus días buenos y malos.
Fue parte de una época en Valencia.
Nadie se acuerda del legia.
Un antiguo legionario,siempre estaba andando por la Gran Vía.
Un saludo para todos
Yo si, acuerdo al lejía, también iba, por donde estaba ( desconozco, si aún está) el Pub, o garito " El Ford" que al lado había en mercado,
Eliminar(ahora mismo,no recuerdo el nombre del mismo) con puestos de madera, siempre te enseñaba su brazo derecho, en el cual se tatuó " Amor de Madre" y referente a blanquita, !! INOLVIDABLE!!
Juana era generosa con los generosos engreida con los engreídos altiva con los altivos simpática con el que le daba simpatía amable con los amables una mujer incansable, ella tenía el don de ver lo que dicen los ojos de quien la mira ,nunca te olvidaré ojos tristes
ResponderEliminarCierto, ese era BLANQUITA, tenía un don, para detectar a las personas, le teníamos mucho cariño, y ella a nosotros, la de veces que nos reimos con ella, y ella con nosotros, much@s, se reían de ella ( NO, con ella) que es diferente, lo percibía
EliminarDebo de ser el único generoso que escribe aquí, por que Juana me invitaba a mi y a mí señora a almorzar, amiga de sus amigos
ResponderEliminarSiempre iba de blanco en ese barrio del Carme depauperado y siempre te pedía, supe que la había cogido un coche hace algunos años. No la llegué a tratar pero alguna vez soltaba algún taco a quien no le gustaba, no le caía bien o no era muy dadivosa con ella. Donde estés que te vaya lindo.
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