El pasaje Ripalda, Valencia
Su historia comienza a finales del siglo XIX, cuando por entonces la alta burguesía valenciana deseaba trasladar a la ciudad de Valencia las costumbres y el estilo arquitectónico de las ciudades italianas. Movida por esta corriente, la marquesa de Campo Salinas y Condesa de Ripalda, Dña. María Josefa Paulín de la Peña, encargó en 1889 al arquitecto Joaquín María Arnau Miramón la construcción de un espacio que llevaría el nombre de la propia Condesa: el Pasaje Ripalda. Fue el primer pasaje comercial cubierto que se construyó en la capital valenciana, albergando durante años el Gran Hotel Ripalda que se mantuvo abierto hasta principios de los años cuarenta, tras su cierre, se reestructuró, convirtiéndose en locales comerciales y viviendas. Fue precisamente en este Hotel donde se instaló en 1897, según algunos historiadores, el primer ascensor de la ciudad.
Uno de los comercios que a principios del S. XX la familia Oltra abrió fue una tienda de confección a la entrada del Pasaje de Ripalda . Queriéndole dar un toque de distinción a la decoración , encargó una artística escalera al pintor Manuel Benedito y al famoso arquitecto Antoni Gaudí le pidió que se encargase de diseñar los escaparates. Gaudí creó tres cúpulas de cristal de Bohemia y tres vidrieras con forma de cola de pavo real.
Décadas más tarde, el dueño encargó dos réplicas adicionales de las vidrieras cuando la tienda fue ampliada. Esta conservó hasta que fue vendida por la familia propietaria a finales de los años 90. Las sucesivas reformas para adecuarla a los distintos negocios, llevaron al desmantelamiento de cúpulas y vidrieras.
Fuentes:
Fotografías originales del autor
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