La iglesia de San Nicolás, Valencia


La Iglesia de San Nicolás se sitúa junto a la calle Caballeros, que era el antiguo decumano de la Valentia Edetanorum fundada por los romanos en el año 138 a. C. Primitivamente fue un templo paleocristiano hasta la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, cuando en su lugar se erigió una mezquita orientada hacia el este, hacia La Meca.

Con la conquista de Valencia por parte del rey Jaime I de Aragón en 1238 esta antigua mezquita fue consagrada como parroquia cristiana y donada a la Orden de Predicadores o Dominicos, que la bautizaron en honor a San Nicolás de Bari. En el siglo XV el templo fue reconstruido y ampliado adquiriendo su actual fisionomía. A finales del siglo XVII, entre 1690 y 1693, el arquitecto barroco Juan Bautista Pérez Castiel cubrió el interior con esgrafiados, estucos y relieves. Para la renovación pictórica, se invitó a Valencia al maestro Antonio Palomino, pintor de cámara del rey Carlos II, que diseñó el elaborado y complejo programa iconográfico de la Iglesia de San Nicolás. La pintura al fresco la ejecutó su discípulo valenciano Dionís Vidal entre 1697 y 1700




En el siglo XIX el entorno de la parroquia cambia sustancialmente, ya que se abre la plaza de San Nicolás dentro de la Reforma Interior llevada a cabo por el Ayuntamiento de Valencia. De esta época destaca la fachada sur neogótica que se abre a la plaza.
Durante la Guerra Civil de 1936-1939, San Nicolás sufrirá graves desperfectos: las capillas fueron destruidas y el templo saqueado y convertido en almacén. Tras este triste episodio, la Parroquia fue declarada en 1981 Monumento Histórico Artístico Nacional.
Y en el siglo XXI comienza la restauración arquitectónica y pictórica de la Parroquia bajo el mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero cuyo magnífico resultado nos permite contemplar la Parroquia en todo su esplendor.



De su pasado gótico conserva la sencilla portada de los pies construida en la segunda mitad del siglo XV. Sobre la misma un rosetón. Bajo el vértice del arco conopial encontramos un curioso relieve, con un plato de carne, alusivo a un milagro de San Nicolás. A su lado encontramos la puerta que accede a la Capilla de la Comunión, realizada en 1760 ampliada y restaurada en 1853. A la derecha de la portada gótica portada hay una capilla exterior cerrada con una verja que se llama del fossar porque en este lugar estaba antes el cementerio parroquial. En su interior encontramos un panel de cerámica representando la crucifixión y a sus pies San Juan y la Virgen María. La capilla se cubre al exterior con un tejado con la parte interior de madera y pintado con los elementos de la pasión de Cristo. Todo el conjunto cerámico es obra de Jaume de Scals.
Portada gótica


Capilla exterior

Panel cerámico

La otra puerta, que da a la plaza de San Nicolás, es una creación neogótica de 1864 realizada por Joaquín María Calvo Tomás, al igual que la fachada. También es obra suya el pasadizo que recae a la calle Caballeros y que permite la entrada al templo por el lado contrario.

Acceso por la calle Caballeros

Preside el Altar Mayor un retablo barroco realizado en el siglo XVIII en madera dorada. Este retablo está formado por dos cuerpos, en su centro, una hornacina con los santos titulares del templo flanqueados por tres columnas salomónicas a cada lado adornadas con racimos y pámpanos. Las esculturas titulares son obras realizadas hacia 1940 por Francisco Teruel y Enrique Tamarit. El cuerpo superior lo ocupa un lienzo de la Virgen, obra atribuida al pintor Jerónimo Jacinto de Espinosa.



El campanario, a falta del remate final, se terminó en 1755 para conmemorar el tercer centenario de la canonización de San Vicente Ferrer. El remate del campanario se terminó en 1757. 

Campanario y fachada neogótica

Los lunes son un día especial en las iglesias dedicadas a San Nicolás de Bari. Durante todo el día está el templo abierto exclusivamente al culto para que los fieles acudan a pedir sus deseos, especialmente en cuestiones de problemas relacionados con la infancia, la familia, la salud o las dificultades económicas graves. Dice la tradición que para que San Nicolás te conceda un deseo debes cumplir con el ritual de acudir durante tres lunes consecutivos a pedir la intercesión del santo. Además esta visita debe realizarse a pie, por eso recibe también el nombre de "Caminatas a San Nicolás". Y por último debe guardarse un respetuoso silencio durante todo el trayecto.

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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