La pedanía de Borbotó, Valencia
Borbotó es una de las pedanía más antiguas de la ciudad de Valencia. En plena huerta valenciana y rodeada de diferentes municipios, su origen es una alquería andalusí, que fue tomada por Jaime I de Aragón durante la conquista de Valencia. El rey la donó a Guillem de Caportella en 1238, incluyendo los molinos y hornos, cosa bastante infrecuente ya que éstos solían reservarse para control regio. Caportella, no obstante, la cedió a la Orden del Temple el 12 de noviembre de 1238.
Adquirió el título de lugar el 30 de agosto de 1258 y se convirtió en cabeza de la comanda de Borbotó. Tras la disolución del Temple permaneció en el Bailío de Moncada (Orden de Montesa) hasta la extinción de los señoríos en 1811. En ese momento se constituyó como municipio independiente, contando con algo más de 100 casas y dos escuelas a las que acudían unos 60 alumnos. El 12 de diciembre de 1888, y por decisión de los vecinos, Borbotó pasó a formar parte del municipio de Valencia. Durante el siglo XIX el principal motor de la economía era la producción de seda, trigo, cáñamo, alubias y hortalizas.
Calle del Marqués de Laconi |
Plaza de la Patrona. Iglesia de Santa Ana. |
El núcleo urbano es compacto y nuclear, ya que se asienta en el cruce de varios caminos comarcales y locales que cruzan la huerta circundante. Tiene dos plazas principales, la de la Patrona (antigua plaza Mayor) y la del Moreral.
Retablo cerámico |
Fachada de la iglesia |
La iglesia de Santa Ana, proyectado en 1789 por el arquitecto Antonio Gilabert, dependió de la iglesia de Carpesa hasta 1942. De cruz latina, se compone de tres naves y cinco tramos. Tiene una cúpula vidriada de media naranja y un campanario bajo y puntiagudo. La decoración data principalmente del siglo XIX, destacando el retablo mayor del misterioso Maestro de Borbotó, de principios del siglo XVI. Está compuesto por nueve tablas de estilo renacentista, con la imagen central de Santa Ana, que se completa con otros personajes bíblicos. en 1991, las tablas fueron restauradas por Ángel Barros y estudiadas por Daniel Benito Goerlich. Destaca asimismo el llamado Quadro de les Ànimes, de finales del siglo XV, que representa la ciudad celestial y el juicio final. Según la tradición, el 23 de octubre de 1699 el pueblo se libró de una fuerte inundación por mediación de su patrona, Santa Ana, que dividió las aguas a su paso por el lugar. Un retablo cerámico en el exterior de la iglesia, en el lateral, recuerda este milagro.
Alquería de Roca |
Casa La Morena |
Fuentes:
Fotografías originales del autor
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