El Palacio del Real, Valencia


El Palacio del Real se alzó hasta comienzos del siglo XIX fuera de los muros de la ciudad, en la parte de los jardines de Viveros que al otro lado del río quedan comunicados por el puente del Real. Su origen se encuentra en el siglo XI en una finca de recreo o almunia musulmana, de los reyes de la Taifa de Valencia, donde se retiraban para descansar. Se encontraba situado extramuros de la ciudad, al lado izquierdo del río Turia. Fue mandada construir para descanso del rey Abd al Aziz. Con la dominación cristiana del siglo XIII se reservó a casa real.



La parte mas antigua del palacio (Real Vell) giraba alrededor de un patio, en una de las dependencias del piso superior se encontraba la capilla del palacio, puesta bajo la titularidad de Santa Catalina. La Capilla sería renovada en 1714, los hermanos Francisco Vergara "el Mayor" y Manuel Vergara "el Mayor" realizaron el retablo de la sala según diseño de Leonardo Julio Capuz Calvet (1660-1731). Disponía de cuatro torres, una en cada esquina, y si bien durante años sirvió como dependencias de uso exclusivo de la reina, con el tiempo llegaría a ser un espacio destinado a viviendas del alcaide y personal de servicio. En la planta baja de se situaban las dependencias del servicio y auxiliares (caballerizas, cocinas, almacenes etc.) 

La parte nueva (Real Nuevo) giraba alrededor de dos patios, en el más grande se encontraba la escalera principal que daba acceso a los salones principales. El patio pequeño disponía de una escalera que daba acceso a la nueva capilla del palacio. Estos salones estaban dedicados para servicio de los reyes, audiencias, fiestas o recepciones según las épocas. 

En 1363, durante las guerras entre Castilla y Aragón, el palacio fue incendiado por las tropas castellanas en su sitio de la ciudad. Fue reedificado por Pedro el Ceremonioso (1336-1387) y posteriormente ampliado por el rey Alfonso el Magnánimo (1416-1458). Desde entonces se fue transformando atendiendo a las exigencias residenciales y representativas de los reyes y de sus procuradores en el reino, que en los primeros tiempos fueron personas del más alto rango, pues esta función recayó en los infantes primogénitos y desde Pedro IV el Ceremonioso se hizo frecuente que accediesen mujeres de la misma consideración. Desde comienzos del siglo XV recibieron el nombre de virrey.

Muy destacada fue la labor de María de Castilla, esposa de Alfonso V el Magnánimo y virreina de Valencia con su cuñado el infante don Juan. En estos momentos se le confirió un cierto criterio urbano al crear una diáfana extensión delante de su acceso principal que constituiría el lugar de encuentro entre la ciudad y el rey, el llamado Llano del Real. Se consumó la ampliación iniciada en tiempos de Pedro IV en el Real nou, el volumen occidental del conjunto, y se dotó al Real vell de torres en sus esquinas; y se habilitaron amplios salones que permitieron desplegar las exigencias representativa.



Además del extenso jardín del palacio, existía ya en el siglo XV una importante colección zoológica compuesta de leones, osos, ciervos, faisanes, pavos reales etc. La otra denominación con que se conoce a los Jardines del Real, los Viveros, procede de la huerta del Vivel, nombre tomado de la laguna o vivero que los regaba, y que se viene utilizando desde que en 1903 este parque fue donado al ayuntamiento para plantel o viveros de árboles. Anteriormente había pertenecido a la Diputación Provincial, a la que había sido cedida por el Real Patrimonio en 1869. Su utilización como vivero está documentada ya en 1560, fecha en que Felipe II dispuso le fuesen remitidos de la Almáciga del Real de Valencia infinidad de naranjos y limoneros así como más de cuatro mil plantas florales para embellecimiento de los jardines de su Palacio de Aranjuez.

Durante el asedio francés a la ciudad a finales de junio de 1808 algunos proyectiles cayeron en el palacio. El capitán general Joaquín Blake, enviado por la Regencia española asediada en Cádiz, decidió levantar un campo atrincherado alrededor de la ciudad, y liberar de posibles apoyos al enemigo las cercanías a la ribera del río. Por esta razón entre marzo y diciembre de 1810 se procedió a la demolición del palacio del Real de Valencia. Una medida, que sólo serviría para evitar que se parapetase un ejército sin artillería. Pero que para la disposición de ésta era más favorable el estado de ruina que precisamente se dejó, pues se derribó hasta el primer piso lo que ofrecía una solución óptima para una fortificación rasante, y aprovechó el mariscal Suchet. No quedó de todo mas que un montón de escombros, y el triste recuerdo de haber existido allí un Real Palacio que competía con los primeros de su clase. Con los restos paredes de los jardines, así como dos montecitos (la Muntanyeta d'Elío) sobre los que se plantaron árboles, y se construyó una casa de recreo cuya fachada tenía unos cuarenta palmos y contaba con dos estancias. 

La Muntanyeta d'Elío

En 1986 a raíz de unas obras realizadas en los colectores de la ciudad, fue levantado el asfalto de la calle General Elio, y bajo ella aparecieron los restos del palacio. Después de una fuerte polémica sobre si los restos debían ser enterrados o dejados al descubierto, se decidió volver a enterrarlos ya que la calle es una de las arterias principales de la ciudad.

A comienzos de 2009, se hicieron nuevas catas con georadar, descartándose una excavación masiva y aparecen nuevos restos que despiertan el interés por el palacio. Se llevó a cabo otra campaña de excavaciones que han sacado a la luz la fachada principal del palacio conocido como Real Nou, en la que se han podido rastrear diversas fases constructivas. Una de las más importantes pertenece a las obras realizadas durante el siglo XIV que configuran un edificio fortificado con dos torres enmarcando la entrada principal y en las esquinas. Por delante se ha hallado un foso recubierto de sillares de más de tres metros de profundidad. Los restos recuperados en la excavación del 2009 se encuentran integrados dentro del jardín de Viveros.

Maqueta del Palacio Real (Museo Histórico Militar)

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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