La biblioteca del antiguo Hospital General de Valencia


El edificio de la Biblioteca Pública de Valencia se construyó en 1493 como enfermería del Hospital de Folls de Santa María dels Pobres Innocents. Fue el primer manicomio que se creó en Europa. Era un edificio de planta de cruz griega aunque no llegó a terminarse por problemas económicos. El edificio estuvo compuesto por dos enfermerías con planta de cruz griega de desigual longitud y anchura, dos pisos y cimborrio octogonal en el centro o crucero con cúpula sobre tambor, siguiendo un modelo que había surgido en el norte de Italia y que permitía separar a los enfermos según su sexo y sus dolencias, al tiempo que se podían controlar todas las salas desde el espacio central. El hospital de Valencia es el primero de España que siguió este práctico esquema. En 1511 se unificaron aquí todos los hospitales de la ciudad y se creó el Hospital General de Valencia, que funcionó hasta 1960 en que se trasladó a la Avenida del Cid. La mayor parte de las instalaciones fueron derribadas y en 1979 comenzó a funcionar como biblioteca. 



El portal gótico que actualmente está en la entrada del recinto es la única pieza original que se conserva de antes del incendio que sufrió en 1547. Se trata de una puerta gótica del siglo XV, compuesta por un arco conopial bajo un tejado y que alberga una imagen de la Virgen María en su tímpano vacío. La imagen copia de la original es de realización moderna ya que la anterior fue destruida. El incendio de 1545 puso de manifiesto lo peligroso que podían resultar los techos de madera por lo que en su reconstrucción se decidió el uso de bóvedas de ladrillo en lugar de madera. La inmediata reconstrucción después del incendio respetó la misma planta cruciforme siguiendo las trazas del maestro Gaspar Gregori. Esta era una obra del renacimiento pleno, con forma de cruz griega, cada brazo es de tres naves, que se separan por robustas columnas con capiteles decorados que sustentaban bellas bóvedas de ladrillo. 




El conjunto se organizaba en dos pisos y en el centro el crucero cubierto con una linterna y cúpula sobre tambor octogonal daba luz al interior del recinto. Había mas de cien columnas por planta, las del piso inferior de orden compuesto y las del piso superior de orden toscano. De las dos plantas que disponía el edificio, la planta inferior estaba dedicado a las mujeres, mientras que en la superior se encontraban las hombres. En el centro del piso inferior situado como hemos dicho en el crucero, existía un retablo con cuatro altares: en el lado norte Cristo Crucificado; en el sur Nuestra Señora de los Agonizantes, en el este San Vicente Ferrer y hacia el lado oeste Santo Tomás de Villanueva. A la planta superior se accedía por una escalera situada al exterior. La distribución de los enfermos se realizaba por "quadras" o secciones, así estaban la de Febres (fiebres), Malt de Sement (sífilis), Nafrats (heridos), y borts (niños expósitos o abandonados). Los locos (dements) estaban en edificios separados y a su vez se dividían en dos secciones, los llamados furiosos o peligrosos que estaban encerrados en habitaciones tipo celdas (gabias) y frecuentemente atados con grilletes, y los no peligrosos que tenían libertad de movimientos. En 1827 las monjas de las Hijas de la Caridad se hacen cargo del cuidado de los enfermos. 




En 1887 el hospital cambia de nombre pasando de llamarse "Hospital General" a "Hospital Provincial de Valencia" dependiente de la Diputación. En 1867 los enfermos tratados de locura son trasladados al antiguo Convento de Jesús que queda convertido en Manicomio dependiente de la Diputación Provincial, también conocido como Sanatorio Psiquiátrico Provincial. En este precario lugar permanecerían hasta que en los años setenta del siglo XX pasarían al nuevo centro psiquiátrico de la cercana población de Bétera. 


El proyecto de la antigua Facultad de Medicina fue obra de Sebastián Monleón Estellés en 1875 y fue continuado a la muerte de este en 1878 por Antonio Martorell que la finalizó en 1885 con la construcción de la portada que aun persiste. El conjunto educativo fue derribado en torno a 1964, dejando su portada en el lugar como recuerdo y homenaje. Las instalaciones pasarían a la nueva Facultad de Medicina situada en la Av.de Blasco Ibáñez. 

Con la inauguración el 22 de diciembre de 1962 del nuevo Hospital General situado en la Av.del cid, el gran complejo hospitalario queda vacío y abandonado. Sobre la codiciada manzana de 11.500 m2 del viejo hospital, delimitada por las calles Guillem de Castro, Hospital y Quevedo, la corporación provincial aprobó en 1959 un proyecto de urbanización que contemplaba 25 edificios, la mitad de ellos de entre 10 y 8 alturas con una torre de 20 pisos incluida. Esta planificación, fruto del sueño desarrollista de la Gran Valencia auspiciado por la Administración tardofranquista, arrasaba con todo a excepción de la iglesia de Santa Lucía y la del Capitulet, el primer lugar de Valencia donde se rindió culto a la Mare de Déu dels Desemparats. Ambas iban a quedar como la planta baja de sendos edificios de nueve y siete alturas. También se pensaba conservar o trasladar a otros lugares cuatro portadas de piedra: el portal gótico de la calle Hospital, dos puertas renacentistas de la enfermería cruciforme de Febres del siglo XVI que pervive como biblioteca municipal desde 1979, y la puerta gótica lateral de la iglesia del hospital, el único de los tres templos del complejo que fue derribado. El anuncio de la demolición provocó «una avalancha de telegramas para solicitar la paralización del derribo» de instituciones académicas (Real Academia de la Historia, CSIC, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos) y cívicas (Junta Central Fallera, Lo Rat Penat, Ateno Mercantil, Colonia Valencia­na y Hermandad de los Desampararos de Barcelona...).

La ola de protestas obligó a inter­venir al Gobierno de Franco, que el 18 de diciembre de 1963 publicaba en el BOE un decreto que declaraba «monumento histórico-artístico» bajo la protección del Ministerio de Educación Nacional no sólo las dos iglesias y las portadas de piedra que iba a respetar la diputación desde un principio, sino que añadía también los cuatro brazos de dos plantas en forma de cruz de la enfermería de Fe­bres y la cúpula de su crucero. Los intereses urbanísticos entran en acción y comienzan a ser derribados los edificios, sólo la declaración del conjunto como Monumento Histórico Artístico Nacional en noviembre de 1963 logra salvar una parte de este gran centro hospitalario. Quedan en pie, parte del primer edificio cruciforme y la capilla del Capitulet, además de una serie de restos que se encuentran desperdigados por el lugar. El segundo edificio y la iglesia no pudieron salvarse. La declaración de monumento llegó tarde para uno de los brazos de la vieja enfermería, del que se derribaron seis crujías (12 columnas), mientras que la del Mal de Siment contaba con otras 88. En noviembre de 1965, la diputación, a instancias de la Dirección General de Bellas Artes, ordenó conservar todas las columnas labradas en piedra de los edificios que se destruían para colocarlas en torno a las fachadas de los que se iban a restau­rar, «no permitiendo enajenación ni cesión por ningún concep­to». Sin embargo, en los jardines que ahora envuelven a la Biblioteca y al MuVIM apenas se yerguen completas unas 20 de las 100 que en teoría se extrajeron. Del resto só­lo se conoce el destino de siete de ellas. Tres se reutilizaron como peanas en los monumentos a la Virgen del Carmen de la plaza Portal Nou (1967) y a la raza española en la plaza de Manises (1969), ambos en Valencia, y en el Sagrado Corazón de la urbanización Montesol de l´Eliana (1974). Las otras cuatro de­coran el escenario de la plaza del Quint de Moncada desde 1981.


Hoy en día el espacio que ocupaba el Antiguo Hospital General, es un gran jardín en conjunción con un parque o jardín arqueológico en donde como lugar destacado podemos citar nuestro hospital, pero que sin embargo alberga restos de otros momentos históricos de la ciudad. En una de las entradas al jardín (por la calle Guillen de Castro) podemos contemplar la triple puerta de la antigua Facultad de Medicina, y en segundo plano la figura sedente en piedra de Esculapio (dios de la Medicina) obra del valenciano José Aixa. 

El edificio en cruz (antigua enfermería) es rehabilitada y en 1979 transformada en Biblioteca Pública de Valencia (la principal de la ciudad). La misma mantiene su característica planta en cruz griega, su crucero con cúpula y tambor octogonal, cuatro entradas, dos pisos y sus columnas que desde el siglo XVI sustentan sus bóvedas. Otro elemento a tener en cuenta en este parque arqueológico es la capilla conocida como El Capitulet

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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