El monumento al Marqués de Campo, Valencia


Mariano Benlliure realizó una obra magnífica y de gran belleza artística, recompensada con la medalla de oro en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Munich de 1894. Anteriormente, en el año 1890, también fue premiado en la Nacional de Madrid con la primera medalla por la figura que representa a la Navegación, en el monumento al marqués del Campo.

Figura del Marqués de Campo

Figura de la Caridad

Don José Campo Pérez Arpa y Vélez estuvo ligado a la vida de la ciudad que nunca olvidó y favoreció siempre, especialmente cuando sus altas empresas y grandes negocios alcanzaron mayores vuelos en el ámbito nacional. Había nacido en Valencia el día 22 de mayo de 1817, hijo de un rico y prestigioso comerciante aragonés establecido en la plaza del mercado, negocio que continuaría después el joven José Campo, dándole enorme impulso. Al mismo tiempo se dedicó a la política española, militando en el partido moderado de Narváez. En 1843, al subir al trono Isabel II, fué nombrado José Campo, cuando contaba veintiocho años de edad, alcalde de Valencia, iniciando las mejoras urbanas que necesitaba la descuidada capital. Así promovió y realizó el adoquinado de las calles; dio nuevo impulso a las obras del puerto; estableció el alumbrado de gas y electricidad; hizo posible con su intervención y su dinero la traída de las aguas potables; creó los primeros ferrocarriles valencianos ....

Figuras de la Navegación, el Gas y el Ferrocarril

Figuras del Ferrocarril y la Caridad

En el año 1860, trasladó su residencia a Madrid, donde promovió mayores negocios y continuó la vida política. Había sido elegido varias veces diputado a cortes por Valencia y también senador. Cuando en 1875, fué proclamado rey de España Alfonso XII, el primer título que concedió fue el de marqués de Campo para el insigne valenciano, a quien agració también con la senaduría vitalicia. Además ostentó también la Gran Cruz de Isabel la Catolica y la de Mérito Naval.

Valencia, agradecida al marqués de Campo, decidió erigirle en vida un monumento. Su promotor fue el ayuntamiento de Valencia; se realizó una suscripción popular y el propio homenajeado contribuyó a los gastos. La idea surgió en el año 1884, cuando el opulento banquero, completando una obra benéfica suya, había inaugurado el nuevo edificio para instrucción y asilo de párvulos, hijos de modestas familias de la calle Corona, esquina a la de Beneficencia. Aquel espléndido edificio perdía visibilidad en calles tan estrechas y el Ayuntamiento proyectó una gran plaza -que no se llevaría a efecto- y en su centro la estatua del marqués de Campo. Se designó para realizar la obra al joven escultor Mariano Benlliure, quien tenía excelente amistad con el marqués de Campo. 


Sobre un rectángulo, de cuyos lados parten anchas escalinatas, que dan acceso a un alto pedestal, se halla instalada la figura del marqués de Campo vestido de levita con cuello de astracán, que tiene a su lado a su pequeña hija. Bajo, sobre cuatro pedestales, cuatro estatuas simbolizando las más destacadas empresas industriales del famoso valenciano: el ferrocarril, representado por un hombre que se apoya en una rueda de locomotora; la navegación, por una matrona sobre un timón; el gas, por un joven portador de un mechero, y, al frente, como demostrando que sobre todos los triunfos comerciales de aquel a quien la obra consagra, está la Caridad, que Benlliure había representado en una monja enseñando a leer a unos niños, recuerdo de la fundación del asilo de Campo, en Valencia. El escultor, por indicación del marqués, había modelado en la monja el rostro de la esposa de don José Campo. En el dorso del pedestal donde se encuentra situado el Marques de Campo, hay una inscripción que dice: Iniciador de las reformas urbanas de Valencia en el siglo XIX. El grupo del Marqués fue fundido por el italiano Enrico Crescenci. Del resto de figuras desconocemos el fundidor

A la muerte de don José Campo, acaecida en Madrid en 1889 las figuras, por haberlas pagado el marqués, quedaron en poder de su hijo adoptivo, José Luis Bruna, que heredó el título y quien, finalmente, hizo donación de las obras al Ayuntamiento de Valencia. Trasladadas a Valencia las estatuas, aún permanecieron largo tiempo expuestas al público en espera de levantarse el pedestal, en los jardines de la entonces llamada plaza de Emilio Castelar, frente a la fachada del Ayuntamiento, hasta que en los comienzos del año 1909, cercana la inauguración de la Exposición Regional Valenciana, se decidió completar el monumento al marqués de Campo, cuya figura y la de la Caridad habían sido instaladas en sus pedestales el año anterior, quedando finalmente terminada la obra en el año 1911, veintiséis años después de iniciado el proyecto. En los jardines de la céntrica plaza permaneció el monumento hasta el año 1933, en que fue trasladado a la plaza de Cánovas del Castillo, en la Gran Vía Marqués del Turia.

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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