Patraix


Patraix tiene su origen en época romana, de la que se han hallado varias lápidas con inscripciones de aquella época.​ Después existió una alquería andalusí, que aparece en el Llibre del Repartiment con el nombre de Petraher. Jaime I la donó a su escribano, pasando después a la familia Escrivá y Fenollar. En 1567 fue confiscada por la Corona y vendida a los marqueses de Elche, los cuales vendieron su señorío en 1769 al primer marqués de Cruïlles, cuyos descendientes obtuvieron el título de barones de Patraix. Durante el reinado de Carlos III el término de Valencia se dividió en cuatro quarters, regidos por alcaldes propios. Patraix fue uno de ellos, llegando a ser incluso cabeza de partido judicial.

Plaza de Patraix

Calle Venerable Agnesio

Las transformaciones socioeconómicas que se estaban gestando en la ciudad de Valencia desde la segunda mitad del siglo XIX, invirtieron la tendencia segregacionista. El Real Decreto de 21 de octubre de 1866 pretendía suprimir los municipios con una población inferior a los 1.000 habitantes. Con el derribo de murallas en 1865 y los planes de ensanche de 1864 y 1876 la burguesía, propietaria de más de las tres cuartas partes de la tierra de los municipios, se anexionó estas poblaciones, alegando proximidad, falta de recursos económicos y baja población (recursos humanos), entre otros motivos. Así pues, en 1870 Patraix fue uno de los primeros municipios en ser anexionados por Valencia, proceso que duró hasta la década de 1890 y aumentó considerablemente el término municipal de la ciudad. Actualmente Patraix es un barrio plenamente integrado en el entramado urbano de Valencia.

Viviendas del barrio Ramón de Castro

Desde Valencia, el acceso al antiguo núcleo agrícola se resolvía principalmente mediante cuatro caminos que hoy constituyen cuatro calles de la ciudad: el Camino de Picassent, desde el que enlazaba otro camino que discurría por lo que en la actualidad es la calle Beato Nicolás Factor; el Camino de Jesús, que finalizaba en el Convento de Jesús y que se corresponde con lo que hoy es la calle Jesús; el Camino de Patraix, cuyo trazado ocupa hoy la calle Cuenca; y el antiguo Camino de Torrente. Desde su constitución como núcleo urbano el poblado no creció, prácticamente, hasta su anexión definitiva a la ciudad de Valencia y, aun así, su desarrollo fue muy lento. La proximidad del Convento de Jesús, al Este, la localización de un apeadero del ferrocarril de Valencia-Utiel, al Noroeste, y la construcción, en 1910, del barrio obrero Ramón de Castro, al Nordeste, son los hitos más importantes hacia los que se dirigió este crecimiento. 


Viviendas tardomedievales


Sus características morfológicas revelan su origen medieval, con manzanas densas e irregulares, cuyo trazado se fue apoyando en caminos históricos o acequias, que albergaban tanto usos residenciales, como actividades vinculadas a la explotación de la huerta circundante. De las edificaciones que conformaron ese núcleo primitivo, perviven en las calles Marqués de Elche y L´Álcudia, diversas casas, que según opinión de autores especializados, pudieron construirse en torno al siglo XV. Estas casas tardomedievales presentan algunas características similares a la de las alquerías de la huerta, como su morfología o las técnicas constructivas basadas en la utilización de muro de tapial, viguería de madera y cañizo. Del mismo modo, se trata de construcciones vinculadas a las actividades agrícolas de la huerta, por lo que integran dependencias destinadas a la residencia y otras, para almacén agrícola, secadero o guarda de aperos. Sin embargo,las existentes en Patraix son de menor tamaño y escala que las que existen diseminadas en la huerta de Valencia, y sus aspectos distintivos derivan fundamentalmente de su adaptación a una parcelación menor y de su disposición entremedianeras.



Casas de poble

La casa de poble es la tipología predominante en el núcleo histórico y responde al tipo de casa a “una mà” o a “dues mans”, que en sus orígenes, estuvo vinculada tanto al uso residencial como a la actividad agrícola. La tipología inicial, que constaba de planta baja y cambra para guardar las cosechas, empezó a evolucionar a finales del siglo XVIII, destinando esta última también a la residencia, mientras que los usos relacionados con la actividad agrícola se desplazaron a otras dependencias en el patio. La utilización de la cambra para usos residenciales, dio lugar ya en el siglo XX, a una modificación del tipo, que incorpora en fachada una nueva entrada independiente con una “escaleta” para el acceso a la planta superior. 

Casa de vecinos

La necesidad de alojar más población, que aparece en Patraix en el proceso de reedificación que se produce a principios del siglo XX, hace surgir otro tipo de edificaciones, la casa de vecinos. Su implantación se realiza de dos formas, bien construyendo sobre la nueva parcelación generada por las alineaciones de ensanche, que permiten construir edificaciones de mayores dimensiones y con otra organización espacial, o bien, a partir de la modificación de las cases de poble mediante su sobreelevación, en uno o dos niveles, pasando de residencial unifamiliar a plurifamiliar. Las diferencias de estas casas respecto de la coetáneas que se construyen las de los ensanches decimonónicos, destinados a la burguesía, radican básicamente en que se trata normalmente de edificios humildes, que no buscan la representatividad y en los que existe distinción de la planta baja respecto del resto de plantas.

Alquería de Mara

Interior de la alquería de Mara

En la primera mitad del siglo XIX empiezan a implantarse en la huerta de Patraix actividades fabriles relacionadas con el mercado de la seda, que convivían con la actividad agrícola. A finales del mismo siglo, se consolida este proceso de industrialización del extrarradio de la ciudad y comienzan a localizarse nuevas actividades industriales a lo largo de los principales caminos de conexión de Valencia con los poblados del entorno. En el caso de Patraix, esta implantación de industrias y talleres fue especialmente intensa a lo largo de lo que hoy es la calle Cuenca, y se abastecían, en algunos casos, del agua de la acequia de Favara. En la actualidad, aún quedan vestigios de estos usos en el entorno Se trata principalmente de edificaciones de tipología industrial cuya presencia se manifiesta en las chimeneas existentes en la calle Fray Mateu, protegidas como BRL, y en el conjunto entre las calles Alcudia, Marqués de Elche y Salavert, destinado durante la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI a la fabricación de mueble de madera.

Antigua fábrica de seda

Chimeneas en la calle Fray Mateu

Aunque sea una zona cercana al centro de la ciudad, Patraix ha conservado su esencia de pueblo, hecho que puede notarse paseando por sus calles, admirando sus casas y disfrutando de su ambiente tranquilo. El atractivo más importante de Patraix es su casco histórico, donde encontramos construcciones de gran historia y belleza. Su punto principal es la Plaza de Patraix. Aquí podemos ver la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, que llama la atención por su estrechez y su campanario. Junto a ella el Barón construyó un suntuoso palacio, hoy desaparecido Por su puerta principal se accedía a un patio, y a su izquierda tenía una puerta de estilo gótico con columnas y capiteles que conducía al establo.   Una escalera de piedra subía al piso principal en donde se encontraban diferentes habitaciones. El salón principal estaba decorado con azulejos de los siglos XV o XVI. El palacio, que fue habilitado coyunturalmente como hospital para acoger a los enfermos de la peste de 1647, dejó de estar habitado a principios del siglo XX. A mediados de siglo, debido a su estado ruinoso, fue derribado y en su solar se construyó un edificio de viviendas. En medio de la plaza había un pozo para uso de los vecinos, a cuyo cargo había una persona para limpiarlo. De los edificios tradicionales que una vez rodearon la plaza de Patraix en todas sus fachadas, hoy solo se conservan los del lado Sur. En el número 8 estuvo situada la sede política del Partido Republicano Radical que se estableció en Patraix. Posteriormente, se ubicó en dicho edificio la Escuela Nacional, conocida como “els cagons”.  Entre los edificios que aún se conservan, destaca el del número 12 por su historia: fue la sede del Ayuntamiento mientras Patraix fue municipio independiente. Una vez que Patraix volvió a ser parte de la ciudad de València, acabaría alojando el Casino Republicano Radical Autónomo, uno de los abundantes casinos blasquistas de la ciudad. Más recientemente ha sido sede de la Asociación de Vecinos de Patraix, y la Casa de Uruguay en València. 

Pero también está el Patraix más innovador. Buen ejemplo de ello es l’Alquería de Mara, un espacio con mucha historia que acoge multitud de tiendas en su interior y organiza talleres de cocina, jornadas gastronómica y eventos de todo tipo en una alquería que respira historia y diseño por los cuatro costados. 


Iglesia del convento de Jesús

Otro templo importante es la Parroquia de Santa María de Jesús, que comenzó en el siglo XV como un monasterio. Precisamente fue la parte que era monasterio la que en el siglo XX se convirtió en el Sanatorio Psiquiátrico Provincial, muy conocido por sus vecinos, pues se podía ver a los enfermos pasear por el Parque del Padre Jofré, situado al lado. 

Mercado de Jesús

En la Plaza de Jesús, hallamos el Mercado de Jesús, en cuyo interior podrás adquirir productos frescos y locales en sus casi 70 puestos. 

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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