La avenida de Navarro Reverter


La avenida de Navarro Reverter que nos ocupa, podemos considerarla una continuación de la calle del Mar que nos llevará desde la Porta de la Mar hasta el Puente del Mar, en nuestro camino lineal desde el centro de la ciudad hasta el Grao. Debe su nombre a Juan Navarro Reverter (Valencia, 1844 – Madrid, 1924). Profesor, una de sus primeras facetas sociales fue la de contribuir a organizar la Exposición Regional de la Sociedad Económica de Amigos del País, en el antiguo convento de San Juan de Ribera. Este Ingeniero de Montes fue uno de los grandes protagonistas de la historia del Trenet valenciano, cuya actividad fue muy importante en la Valencia del siglo XIX. Fue defensor de la construcción de ferrocarriles secundarios y promotor de la fundación de la Sociedad Valenciana de Tranvías en 1885. Inició su andadura de la mano del Marqués de Campo, colaborando estrechamente desde 1874 hasta 1882 en múltiples empresas. En 1890, fue Director General de Contribuciones Indirectas con el gobierno de Cánovas del Castillo y Ministro de Hacienda en 1895 y 1897. Fue senador vitalicio, académico de la Real Academia Española y, en 1911, embajador en el Vaticano. El Ayuntamiento de Valencia lo nombró Hijo Predilecto de la ciudad en 1909.

Porta de la Mar

La antigua Aduana, junto a la Porta de la Mar

El trazado de la avenida inicia, como hemos dicho, en la Porta de la Mar. La actual puerta es un monumento erigido en 1944 según diseño de Javier Goerlich tomando como modelo la antigua Puerta del Real; la puerta original fue derribada, junto con la muralla medieval, en 1868. Esta última tenía dos vanos de medio punto de grandes dimensiones desde la última reforma de 1764.

Junto a ella se encontraba el edificio de la Aduana del Mar para controlar el tráfico de mercancías. El primer edificio de la Aduana se construyó en 1626, y posteriormente entre los años 1758 y 1802 se edificó el que hoy podemos ver, que fue más tarde fábrica de tabacos y actualmente Palacio de Justicia.

Trayecto entre la plaza Porta de la Mar y la plaza de Zaragoza
Foto: Google Earth

La avenida Navarro Reverter se llamó antes Llano del Remedio, porque allí estuvo el convento de Nuestra Señora del Remedio, perteneciente a la orden de los frailes de la Santísima Trinidad. Otro nombre que tuvo durante la Guerra Civil fue el de avenida de México, por acuerdo del municipio de noviembre de 1936. El rótulo actual se debe a otro acuerdo municipal de noviembre de 1939.

Era un camino importante en el tránsito de mercancías entre el Grao y la ciudad, con un gran tránsito de personas. Por el Llano del Remedio (Navarro Reverter) pasó desde el primer día la línea que unía Valencia con Villanueva del Grao en el sentido de vuelta desde el Grao, aunque a partir de una modificación de itinerarios de 1877 pasó a utilizarse el Llano del Remedio para los dos sentidos ida y vuelta, al haberse eliminado el paso por el camino de la Soledad (Alameda) en el sentido de ida al Grao. Las vías inicialmente ocuparon la parte derecha de la calle, y luego se colocó cada sentido junto a la acera y tras una hilera de árboles a cada lado, la calzada general quedó en el medio. En el año 1899 el Ayuntamiento de Valencia honra a Juan Navarro Reverter, director de la Sociedad Valenciana de Tranvías (SVT), la primera compañía local de tranvías, dándole al Llano del Remedio el nombre de avenida de Navarro Reverter, y se le dedicó además una placa conmemorativa.

Hotel Palau de la Mar, palacete del s. XIX, en el nº 14 de la avenida

El puente del Mar y los edificios de Goerlich, Rieta y García-Ordoñez

Al final de la avenida desembocamos en la plaza de América. En ésta encontramos interesantes edificaciones de distintas épocas. Si nos disponemos en el centro de la plaza y de frente a la avenida, veremos a la izquierda el edificio Jiménez de Laiglesia, con fachada también a las calles Cirilo Amorós y Serrano Morales, proyectado en 1948 por Javier Goerlich y construido entre 1949-1951, son características de este edificio las mansardas de su azotea. Junto a él, el proyectado por Joaquín Rieta Sister en 1929, recayente también a Cirilo Amorós y Sorní, son características de este edificio sus dos torres triangulares de coronación. Finalmente, a la derecha, recayente a Sorní y Navarro Reverter, nos encontramos con el edificio proyectado por GODB (Antonio García-Ordoñez) a finales de los sesenta, utilizando un lenguaje arquitectónico del movimiento moderno.

La plaza de América en 1979; el edificio rojo de ladrillo es el centro sanitario de Valls Gadea ya derribado. Foto: https://www.facebook.com/FundacionGoerlich/photos/valencia-hace-50-a%C3%B1oscompartimos-esta-imagen-a%C3%A9rea-de-aquella-valencia-de-1965-e/975818619172249/

Navarro Reverter y Plaza de América en 1960. Todavía no se ha construido el centro sanitario.
Foto: https://www.pinterest.es/pin/714876140825688486/

A la derecha de la avenida vemos el edificio Plaza de América, diseñado por José Miguel Latorre y Héctor A. Martín y construido entre 2010 y 2012, en sustitución del centro sanitario municipal de Vicente Valls Gadea, inaugurado en 1964 y derribado en 2009.

En la misma plaza también podemos observar dos monumentos: en la isleta ajardinada frente al último edificio se encuentra la obra Victoria de Valencia (A. Sacramento, 1969). El monumento conmemora el resurgimiento de la ciudad de Valencia después de la riada de 1957. Se trata de una obra abstracta realizada en hierro forjado que se levanta sobre un pedestal prismático de piedra de cuatro metros de altura.

Victoria de Valencia

Busto de Teodoro Llorente Falcó

Junto al arranque de la escalinata del puente del Mar, en un parterre, se encuentra el busto de Teodoro Llorente Falcó (Francisco Marco, 1969). El busto es una copia en bronce del realizado en mármol por el escultor a tamaño natural en 1944. Teodoro Llorente Falcó (Valencia 1879-1949), hijo del poeta Teodoro LLorente Olivares, fue escritor y periodista, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y en 1948 recibió la Cruz de Alfonso X el Sabio y la Medalla del Trabajo.

En la embocadura del puente de las Flores en la plaza de América, una estructura cilíndrica realizada en ladrillo se corresponde con una toma de agua, hoy en desuso, y era utilizada principalmente para llenar de agua las cisternas de los camiones que se encargaban del baldeo de las calles.

Toma de agua

Escalinatas del puente del Mar

Y llegamos por fin al puente del Mar, inicialmente en rampa para el paso de carros primero, y más tarde automóviles y tranvías. Fue reconvertido en peatonal en 1933 por obra de Javier Goerlich quien añadió las escalinatas onduladas. Nuestro puente nos permite salvar el obstáculo del río y continuar nuestro camino hacia el Grao; descendemos la escalinata hasta el paseo de la Alameda y, dejando atrás los cuarteles y la fuente de los Cuatro Elementos, llegamos a la Plaza de Zaragoza. En la isleta ajardinada central quedan las torres de la aduana de la antigua estación de Aragón, derribada en 1974 para abrir la avenida de Aragón. También se encuentra en ella la estatua de Jaime I, obra también de Antonio Sacramento de 1991. Es de hierro, de estilo abstracto, pero se percibe como rasgo identificativo del monarca el casco con el dragón de San Jorge. Además, sobre el pedestal donde descansa la cabeza, también de hierro, un rombo nos recuerda las armas del rey de Aragón. La escultura fue encargada por el Rotary Club de Valencia al artista y donada por esta entidad a la ciudad.

Estatua de Jaime I

Torres de aduana de la estación de Aragón

De esta plaza parten no uno, sino tres "camins al Grau", pero eso será motivo de otra entrada.

Fuentes:
Fotografías originales del autor, salvo mención.

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