El camí de Farinós


El Camino de Farinós conectaba el barrio de Benimaclet con el de la Malvarrosa a través de la huerta. Su recorrido serpenteante hacía que fuera entrando y saliendo en los términos municipales de Alboraia y Valencia, siempre rodeado de alquerías y huerta. Todavía hoy podemos hacer este recorrido siguiendo su trazado; sería interesante que se habilitara un itinerario ciclopeatonal que pusiera en valor lo que aún pervive de un paisaje y modo de vida en franca regresión, que evite una desaparición irreparable. Os propongo realizar este recorrido de cerca de 3,5 km entre Benimaclet y el mar, a pie o en bicicleta, y descubrir sus interesantes rincones. Hay que tener en cuenta que, aunque con poco tráfico, en la mayoría de su recorrido no tiene arcén por lo que hay que tener cuidado.

Nacía en el Camino Nuevo de Alboraia, actual Emilio Baró, a la altura de la calle Francisco Martinez. Las edificaciones de la década de los 70 del siglo pasado trasladaron su inicio a la Avenida Valladolid. Cuando comenzaba su andadura en la Av. Valladolid se encontraba a los pocos metros con “La Alquería de El Saco”, y con el matadero de Benimaclet. El desaparecido matadero fue construido en 1927, previa expropiación de los terrenos a su propietario, Vicente Giner, por 1400 ptas; funcionó como tal hasta finales de los años 60. Más tarde tuvo otros usos, como rehabilitación de personas drogodependientes y después la asociación Asindown. Fue derribado a principios de este siglo. Un caminito a su izquierda nos llevaba a la “Casa del Pepino”, “Casa de Chiner”, “Casa del Tío Ramonet”, “El de Valls”, y “Casa de El Esgarrat”, todas en el entorno de lo que hoy es el Colegio Sagrada Familia. Todo ello rodeado a ambos lados por la acequia para el regadío. Todavía podemos ver restos del antiguo trazado en las plazas de Amparo Arce y de Emili Beüt i Belenguer.

Plaza Amparo Arce

Casa Zarza y casa La Palma

Un poco más adelante, a escasos 200 metros, pasaba por la ya desaparecida “Alquería de Barbes”. Y casi enfrente “Les Barraques de El Gangós”. Un poco más allá había una casa vieja que fue de “El Tío Tabal”, y un caminito que terminaba en “Casa Collons”. Siguiendo el camino, y a su derecha, surgía otro pequeño camino que nos lleva a “Casa Bonora”, “Casa Lillo”, y a “Casa del Tío Bayarri”, y en ese entorno se encontraba la “Casa Patach”, hoy reconvertida en huertos urbanos gestionados desde la Asociación de Vecinos y Vecinas de Benimaclet.

Trazado del camí de Farinós
 
El PAI de “Benimaclet Este”, aunque aún no desarrollado, y posteriormente la Ronda Norte, llevaron a la destrucción de buena parte de la huerta de Benimaclet y al corte traumático del Camino de Farinós, que desconecta el barrio con su huerta, además de con su cementerio. Actualmente, tras cruzar esta Ronda Norte por una cercana rotonda nos encontramos a nuestra izquierda con “El Molí Nou”, o “Molí de Farinós”, que era un molino hidráulico que servía para pelar arroz. Desde su construcción en 1817, la Acequia de Vera pasa por debajo. A la derecha del camino queda la “Casa Zarza”.

Alquería del Figuer


Seguimos el camino y tras cruzar la “acequia de Vera” nos encontramos la que se conoce popularmente como “Casa del Pont de Pedra”, y enseguida cruzamos el carril bici que conecta Valencia con Meliana y otros pueblos de la Huerta Norte, por donde en su día transcurría el tren de la línea Valencia–Aragón (de ahí la denominación de “vía churra”).

Nada más pasar el carril bici observamos diversas casas de huerta rodeadas de los únicos cultivos que quedan en Benimaclet de sus en otros tiempos amplia y productiva huerta. Así nos vamos encontrando con “Casa dels Peris”, “Casa del Figuero y Tomás Sancho”, “Casa Blaya”, “Casa Coret”, “Casa Valero”, “Casa dels Monsonis”, “Casa Garra”, “Ca'l Bessó”, “Casa del Senyoret”, “Casa Xurret”, ”Casa Grande”, “Casa Blayet” “Casa dels Chiners”. Ca’l Bessó es una alquería construida en 1906 cuando una riada arrasó las dos barracas que allí existían; fue una tienda-bar en la que se podía comprar arroz, azúcar o morcillas, o tomarse un café; actualmente vende productos de la huerta cultivados por sus propietarios.

Ca'l Bessó

Casa Martí

Un poco después “Les Barraques de Panach” y la “Casa de Caldera”, y enfrente de estas un caminito que nos llevaría a las casas de “Bolea”, “Marins” y “El Amo”. En lo que hoy es la autovía que nos lleva a Barcelona, estaban la “Casa de Lleó”. Atravesamos la autovía por un paso inferior, y un poco más adelante pasamos por las casas de “Pere”, “Martí”, y de “Paco el Coixo”. Más adelante, a la derecha del camino, encontramos el entorno de la Ermita y el Molino de Vera, y la casa de comidas “El Famós”, y un famoso manantial conocido como “El Clot de Vera”; y a la izquierda del camino está la finca Robillard, de los descendientes del botánico que cultivó a escala industrial la malvarrosa para producción de esencias, y que daría nombre a esta playa de Valencia.

Barracas de Panach


Estamos cerca del final de El Camino de Farinós antes de que éste enlace con otro camino que viene desde Alboraia, pero todavía podemos encontrarnos con las casas “del Porrut”, “del Borriquillo”, “la de Alcorisa”, “la de Tollina”,”la de Marc”, “la del Vicari”,”la del Forner”, y “la del Marro”. En este camino, actualmente llamado “Partida de Calvet”, queda a pocos metros en dirección a Alboraia el Molí de la Gamba. Y si lo seguimos en dirección al mar, lo encontraremos cortado por la vía del tren. Hasta hace un tiempo una pasarela, más a nuestra derecha, permitía salvar esta vía y continuar hasta la desembocadura de la acequia de Vera, pero se encuentra en mal estado y el paso está cortado. No obstante, si tenemos ganas de prolongar el camino hasta el otro lado de la vía, podríamos desviarnos hasta las cocheras de la EMT, donde las vías del tren entran en el subsuelo, para llegar hasta la rotonda en que continuaríamos nuestro camino. En este último tramo pasaríamos junto a la Iglesia de María Inmaculada de Vera, siguiendo la acequia de Vera que circula subterránea bajo nuestros pies. Llegaremos así a la desembocadura de la misma, en el punto que separa la playa de la Patacona a nuestra izquierda, en el término de Alboraya, de la playa de la Malvarrosa a nuestra derecha, en Valencia. La gran oferta de restauración de la zona nos permitirá recuperar fuerzas en cualquiera de los establecimientos que encontremos a un lado u otro, en función de nuestras preferencias.


Campos de chufas

Fuentes:
Fotografías originales del autor, salvo mención

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