La plaza de toros de Valencia


Las primeras referencias de fiestas de toros en la ciudad de Valencia se encuentran en el "Manual de Consells" que las citan por primera vez en 1373. Los espectáculos taurinos se celebraban en diversos puntos de la ciudad, pero fueron los preferidos la plaza del Mercado y la plaza que se abría al Convento de Santo Domingo, ambas por cuestiones de espacio. En la plaza se levantaba una estructura de madera y se cerraban las posibles de las calles. Estas construcciones eran desmontables y solo estaban en pie el tiempo que duraba la fiesta.

En 1625 el Hospital General de Valencia adquiere los derechos sobre las fiestas de toros y en 1739 el rey Felipe V concede el privilegio perpetuo al Hospital General para la celebración de las fiestas taurinas. Este patrocinio tenía como objetivo financiar las necesidades hospitalarias con los ingresos generados, ya que este tipo de espectáculos fue una buena fuente de ingresos. En la actualidad es administrada por la Diputación Provincial, como heredera en 1849 de los bienes y derechos del antiguo Hospital General, quien cede la gestión a una empresa privada.


Hacia 1788 se decidió la construcción de una plaza de toros con carácter estable. Esta era una construcción en madera situada sobre el lugar donde se levanta la actual, pero fue demolida por los propios valencianos durante la Guerra de la Independencia para evitar que los franceses se hicieran fuertes en ella. La Plaza de Toros se levantó en terrenos propiedad del Hospital General de Valencia que los había recibido en herencia, en las afueras de la ciudad en aquel momento, junto a una de las puertas de la muralla más importantes, la de Ruzafa.

Escudo de la Diputación en la fachada

Una puerta de acceso

La actual Plaza de Toros fue iniciada en 1850 según proyecto de Sebastián Monleón Estellés, a iniciativa del gobernador de Valencia don Melchor Ordoñez. En 1851 la construcción sufre un parón por causas económicas. Solo se habían construido las tres primeras gradas en obra, por lo que el resto se finaliza en madera. En 1857 el mismo Monleón modifica el proyecto inicial, se continúa en el punto donde finalizó la primera fase y se termina la construcción con ladrillo cara vista, con la participación de brigadas de presidiarios. La inauguración oficial se realiza en 1861 en su actual configuración, aunque la primera corrida en la nueva Plaza de Toros se realiza en 1859. En el momento de su finalización tiene capacidad para 16.851 espectadores. En su tiempo fue la más grande de España con un ruedo de 52 metros de diámetro, 108 metros de diámetro exterior y una altura de 16,89 metros. En 1983 fue declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural en el vigente Plan General de Valencia, del año 1988. El reloj de la plaza fue instalado por la centenaria relojería Morera, que abrió sus puertas el año 1898 y estuvo instalada en la cercana calle de Ruzafa nº 1 hasta su cierre en 2017.

En 1908 se instala la iluminación eléctrica, el 21 de septiembre de 1946 sufre un incendio que obligó a efectuar reparaciones de urgencia. Al finalizar la Guerra Civil en 1939 fue usada durante unos meses como prisión y campo de internamiento de republicanos en tanto se gestionaban las responsabilidades políticas. La primera corrida después de la Guerra Civil tiene lugar el 20 de abril de 1939. En 1967, según proyecto de Luis Albert, la compañía constructora Cleop sustituye el graderío de madera por otro de hormigón, se levantan las nuevas oficinas y taquillas y se reduce el diámetro del ruedo para ganar tres filas de barrera. En 1995 y ante la necesidad de cumplir con las exigencias de seguridad que el Estado obliga, se reduce el número de localidades a 12.884 espectadores. Además, en 2010 se amplió la distancia entre los asientos de toda la gradería, donde se perdieron 2.500 localidades pero se ganó en comodidad para el espectador, y se pasó a 10.500 espectadores.


Graderío y burladeros

Se edificó en estilo neoclásico, concretamente dórico sencillo, inspirado en la arquitectura civil romana. En el exterior presenta cuatro galerías porticadas de ladrillo visto, arcos escarzanos en la planta baja y de medio punto en las tres galerías superiores, coronadas por una balaustrada de piedra, en una disposición clásica. Es probablemente el primer edificio de la ciudad que emplea hierro al descubierto, en las columnas que sujetan las galerías de la grada. Se trata de un inmueble de cuerpo poligonal de cuarenta y ocho lados, de estructura portante y acabados de ladrillo visto.

La plaza es visitable mediante un tour desde el año 2013, y además cuenta con un museo taurino que ofrece un recorrido detallado de la evolución del toreo desde el siglo XVIII hasta el XXI. El Museo Taurino de Valencia fue fundado en 1929 con fondos procedentes de la donación de Luis Moróder Peiró y del picador de toros José Bayard Badila, dos coleccionistas taurinos que durante años recogieron un gran número de materiales y objetos de la tauromaquia valenciana del siglo XIX y de principios del siglo XX. En el momento de su inauguración, se coloca este en unos antiguos almacenes situados entre el coso y el patio de caballos, de forma provisional, hasta que en 1969, remodelado el pasaje del Doctor Serra, se ubica definitivamente en este lugar. El Museo cuenta con una colección permanente que muestra la evolución de la tauromaquia valenciana desde el siglo xix hasta nuestros días y también la historia de la plaza de toros de Valencia. La exposición está organizada en 4 temáticas: la evolución de la tauromaquia valenciana; el toro de lidia; formación del torero; la liturgia de la lidia y la plaza de toros. Este museo es uno de los pioneros y por tanto uno de los más importantes de los que existen en España. Cuenta con una colección de más de 3000 piezas de las que sólo hay expuestas un 10%, y además dispone de una biblioteca especializada y una sala audiovisual donde se proyecta el proceso de la lidia con sus tres tercios.

Palco presidencial y vomitorio

Reloj de la plaza

En 1995 se inauguró el monumento a Manolo Montoliu en la puerta principal se encuentra. El 1 de mayo de 1992, un toro de Atanasio Fernández, mataba de una cornada al banderillero valenciano de treinta y ocho años Manolo Montoliu, en la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla. Manolo Montoliu fue un banderillero muy querido por la afición taurina valenciana, considerado referente en su tiempo y leyenda en el toreo. También en el exterior se encuentra el monumento a Manuel Granero, realizado en 1998, en honor al matador fallecido en la plaza de Madrid el 7 de mayo de 1922.

Monumento a Manolo Montoliu

Monumento a Granero

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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