Según la leyenda popular, recogida por eruditos, un soldado de Ruzafa, de nombre Pedro Aleixandre, cayó prisionero de los moros en el curso de una de las cruzadas. Aleixandre no quiso ser esclavo de los moros y se escapó. Y fue en esa huida, tras muchas penalidades, cuando se cobijó bajo un olivo, rezó fervientemente a la Virgen, a la que le pidió el anhelo de regresar a su querida Ruzafa. Y he aquí que el milagro se hizo realidad: porque el soldado fiel se durmió de cansancio y al despertar se encontró que estaba bajo un olivo, en su adorada Ruzafa, y con un retrato de la Virgen salvadora entre las ramas del árbol. En conmemoración de ese milagro se erigió una ermita de gran devoción por huertanos y vecinos de Valencia.
En su origen la iglesia fue una ermita donde frailes de Santa María de Monte Oliveto, abadía benedictina próxima a Siena, mantenían el culto de la imagen titular del templo. Ésta es una tabla de la Virgen, acaso del s. XIV, de procedencia sienesa. Ya que era un paraje amplio y tranquilo, se estableció en unas barracas junto a la ermita una pequeña hospedería en la que debían permanecer marineros y navegantes procedentes de países en los cuales había alguna epidemia. No obstante, en 1720 se decidió que dicho lazareto estaba situado demasiado cerca de la ciudad de Valencia y se efectuó su traslado a la parte derecha de la desembocadura del río Turia, donde posteriormente aparecería el poblado de Nazaret. En 1767 la ermita amenazaba ruina por lo que el
clero de Ruzafa, parroquia de la que dependía, decidió demolerla y construir un nuevo templo de mayor porte y tamaño.
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| Cúpula |
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| Torres |
La sencilla y muy transformada iglesia actual se construyó entre 1767 y 1771. Es de planta de cruz latina, con capillas dispuestas entre los contrafuertes de la nave. Está construida con muros de mampostería y ladrillo, cubierta con bóvedas de cañón con lunetos y cúpula en el crucero. Sus dimensiones son de 28’10 m. de longitud total y 13’70 de anchura en el crucero y de 7 m. en la nave, con una elevación hasta la cornisa de 8’10 m. La nave central se cubre con vuelta de cañón con lunetos y tejado a dos aguas y, sobre el crucero, se eleva una falsa cúpula de media naranja sobre conchas que en el exterior se manifiesta en forma de cúpula ochavada con acabado de teja vidriada azul. A causa de los daños sufridos durante la guerra civil la iglesia se encuentra muy transformada, de forma que toda la decoración interior en escayola, la imaginería, mobiliario, altares, retablos y pinturas son modernos. La imagen de la Virgen pasó la guerra civil escondido en lo más hondo de un pajar, para que nadie lo dañase.
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| Nave central |
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| Altar mayor con icono |
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| Cúpula con lunetos |
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| Capilla lateral |
La fachada principal es muy sencilla y carencia de todo ornamento, con la excepción de un retablo cerámico, incrustado en una pequeña hornacina, que se localiza sobre el dintel de la puerta y donde figura la Virgen de Monteolivete rodeada de todo el imaginario popular que atribuye a un milagro la fundación del templo. La fachada queda flanqueada por dos torres cuadradas idénticas con cubierta plana protegida por una barandilla. El altar mayor y los altares de los cruceros fueron realizados por el arquitecto Manuel Fornés.
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| Paneles cerámicos en la fachada |
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En 1826 se instalaron en la ermita los monjes de la Congregación de San Vicente de Paúl, que tuvieron que abandonarla en 1835 dadas las leyes de desamortización. El edificio contiguo, concebido para colegio de los sacerdotes de San Vicente de Paul, quedó inconcluso en 1831 y pasó al Estado tras la desamortización. Actualmente acoge el museo fallero.
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| Panel con reseña histórica en el interior |
En 1877 Monteolivete, junto con todo el territorio del antiguo municipio de Ruzafa, pasó a formar parte del término municipal de Valencia. Finalmente, el 15 de julio de 1941 se erigió en parroquia independiente, por decreto del arzobispo de Valencia, Prudencio Melo. En estos momentos, hay tres monjes paúles para atender la actividad de la parroquia. Es uno de los templos mejor conservados de Valencia, aunque está muy restaurado.
Fuentes:
Fotografías originales del autor
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