El mercado del Grao de Valencia


El Mercado Municipal del Grao está ubicado en la Plaza Mercado Nuevo, Carrer de Abastos, y Carrer de Crist del Grau, en Valencia. El espacio destinado en sus orígenes al mercado del Grao era una zona de uso de las tropas que defendían el baluarte del Grao de Valencia. Allí se celebraban ferias y espectáculos, así como corridas de toros. Su ubicación se encontraría más al sur del actual, y tendría acceso por la actual calle Joan Josep Sister. El 9 de noviembre de 1866, un tejedor llamado Pedro Juan Palmer, domiciliado en la calle San Bernardino, estableció un acuerdo con el alcalde José Pruñonosa. El tejedor ofreció al Ayuntamiento la construcción de unas barracas de madera en la plaza en la que se hacia el mercado, estas naves bordearían la plaza entera y formarían dos filas en el centro. Este lo haría a cambio de que le sea prorrogado el arriendo de los derechos por un periodo de 8 años. Así este le cobraría a los vendedores un monto por parada, dependiendo del tamaño del espacio ocupado, y según también lo que este venda en el puesto. Transcurrido los 8 años el Ayuntamiento sería el propietario de estas barracas construidas por Palmer, con un ingreso a las urnas municipales de 8 mil reales de vellón anualmente. Hasta entonces el mercado no había tenido paradas sino unos puestos de venta que se encontraban a la intemperie. En el centro de la plaza estaba ubicada una fuente, razón por la que era denominada La Plaza de la Fuente Grande.

Ante el aumento de la población de la Vilanova del Grau, y también como consecuencia del gran volumen de tráfico de mercancías que registraba el puerto, surgió la idea de construir un nuevo mercado para satisfacer las demandas de los vecinos de la zona. En el año 1902, el arquitecto Rafael Alfaro (Arquitecto Mayor del Ayuntamiento) diseñó el Nuevo Mercado de Grau, siendo el más moderno de Valencia para ese momento, y actualmente es el mercado más antiguo de Valencia en funcionamiento. El edificio, terminado en 1910, es característico del primer modernismo, sobre todo por el uso del hierro como principal material para su construcción cuya estructura crea unas cubiertas con una leve inclinación. Esta estructura arquitectónica está protegida por el Plan General, nivel 2.

Remate de las naves

La calle de Abastos, esquina con la plaza del Mercat Nou

El edificio resultó fuertemente dañado en la riada de 1957 y fue reconstruido entre 1958 y 1959 por el arquitecto Ramón Pérez Pons. En la reconstrucción se contó con la estructura que no había sido dañada, y fue en este momento donde la estructura se realizó con soportes metálicos con capiteles decorativos y cubiertas a dos aguas formadas por cerchas metálicas con recubrición de tejas cerámicas planas. Se trataba, por tanto, de un mercado abierto, pero cubierto con cerramientos laterales, y bajo esas cubiertas se colocaron las paradas de venta. En 1990-91 sufrió otra intervención en la que se cubrió parcialmente parte de los espacios entre las naves.

Es un mercado pequeño y ha sido usurpado por el más grande y concurrido Mercado del Cabañal, unas manzanas más al norte. Fueron cuatro paradas las que mantuvieron en pie el edificio, las mismas que consiguieron salvarlo. Un bar, una pescadería reubicada durante las obras en el mercado del Cabanyal, una charcutería y una tienda de encurtidos que ha estado vendiendo en el de Nazaret durante las obras.


El mercado durante la rehabilitación, en 2018

Tras años de abandono, en 2019 el Ajuntament de València tomó la decisión de recuperar este mercado emblemático, ofreciendo una propuesta moderna y competitiva que permitiera recuperar su protagonismo como referente comercial en los barrios marítimos y en el conjunto de la ciudad. Esta renovación contemplaba la redefinición de la oferta comercial de este equipamiento para recuperar su papel como referente comercial y social del barrio y su función como elemento de atracción singular, atractivo y único, de visitantes al barrio.

El arquitecto José María Tomás Llavador ha sido el encargado de diseñar el proyecto de rehabilitación. Se ha conservado toda la estructura, las columnas de hierro son las originales, y se ha adaptado la construcción al entramado del barrio, para darle continuidad y que esté perfectamente integrado, sustituyendo la antigua fachada por una amplia vidriera que rodea todo el espacio. Por otro lado, las cubiertas han sido renovadas por teja plana vidriada de colores rojo y negro, y los pavimentos de piedra son la base para los espacios públicos y el propio recorrido de puestos del mercado. Además, este espacio cuenta con una sala polivalente para que asociaciones, cofradías o vecinos puedan solicitarla para reuniones u organización de actividades. Se completará con zonas para pasear y un jardín interior.

Estructura metálica rehabilitada


Espacios ajardinados interiores

En el exterior una placa homenajea a José Aguirre Matiol, fallecido en 1920, a quien se le debe el paso de un comercio casi artesanal a un capitalismo financiero basado en la marca del exportador, al comenzar la exportación primero de cítricos y posteriormente de frutas y hortalizas a Reino Unido, principalmente a través de Liverpool. Introduce con Polo de Bernabé el uso de papel de seda y la caja de madera para el empaquetamiento del cítrico. Persona emprendedora, no hay negocio del que no fuese participe o artífice: vapores y remolcadores que organiza con Ferrer y Matutano y el marqués del Campo; importador de yute de la India y posteriormente fabricante de sacos de dicho material a través de Yutera Española con la familia Bacharach; consejero del Banco de España; cónsul de Turquía en Valencia; etc.

Placa dedicada a José Aguirre Matiol
 
Imagen histórica del mercado del Grao.
Fuente: https://patrindustrialquitectonico.blogspot.com/2020/06/el-antigua-mercado-del-grao-de-valencia.html

Más de tres años han tenido que pasar para ver el proyecto del mercado terminado porque se topó con quejas vecinales, una DANA y después la pandemia. Con un presupuesto de 2,8 millones de euros, la actuación ha permitido modernizar este espacio, y pretende convertirse en todo un referente del comercio de proximidad y la alimentación sostenible. Y ya no solo porque se busca que este mercado cuente con puestos que completen la cesta de la compra, sino porque será el primer mercado municipal de València que abra en horario de tarde, con el objetivo de abarcar nuevos perfiles de consumidores. En 2023 se han adjudicado en subasta las 19 paradas que se sumarán a las 4 que aún permanecen. El renovado Mercado del Grao contará con dos puestos para carnicería, dos para frutas y verduras, uno de pollo y huevos, otro de productos congelados, otro de horno y pastelería, uno para ultramarinos delicatessen, otro para productos ecológicos, otro para salazones, otro para charcutería, dos más para bar o cafetería y otro para la venta de comestibles ultramarinos, salazones, olivas y frutos secos, así como dos Tiras de Contar. Ya queda menos para que el mercado abra sus puertas.

Fuentes:
Fotografías originales del autor, salvo mención


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