El Santo Celo y la escuela de Enfermería


La Hermandad del Santo Celo es una institución benéfica y caritativa, cuya creación se remonta a 1755, “para recoger limosnas para hacer el bien y celebrar misas por la conversión de los que estaban en pecado mortal”. La sede de la hermandad se hallaba en un sencillo edificio de la calle de Trànsits de Valencia (una travesía de la calle de las Barcas), que se reconstruyó en 1865 y se dedicó a la misión de acoger “a las mujeres parturientas de ilegítimo concepto”, cuenta el historiador Cruilles. En realidad las jóvenes embarazadas pertenecían a distinguidas familias valencianas y de otras partes del país, que no estaban dispuestas a cargar con el denominado deshonor. La mejor solución para el problema era ingresarlas en aquella especie de convento, donde se mantenían ocultas; y cuando daban a luz, como la mayoría renunciaban al hijo, éstos pasaban a la Casa de Expósitos del Hospital General, directamente, sin tener que dejarlos en el torno, envueltos con una toca como hacían las pobres. El argumento más socorrido ante la ausencia de las muchachas gestantes era un viaje a París, para perfeccionar el francés y recibir clases de piano.

Portada de la Constitución del Santo Zelo
Foto: https://bivaldi.gva.es/va/consulta/registro.do?control=BVDB2008000494

Placa en la fachada

La Hermandad del Santo Celo, a finales del XIX se trasladó a la calle de Jesús, número 10, a un edificio tan sobrio como triste. En él “se procura que no ingrese ninguna notoriamente viciada, casada o viuda, siendo condición precisa que el niño recién nacido pase a la Inclusa. Hay unas veinte habitaciones independientes y admirablemente acondicionadas. Ordinariamente se asisten de diez a quince casos anuales… En el mismo edificio y local, separado e independiente, existe una Casa Escuela de Párvulos que, como la maternidad, está confiada a las Hermanas Terciarias de Nuestra Señora de La Merced”.

Su actividad decreció con los breves viajes a Inglaterra y Holanda, donde el aborto solucionaba el problema de las jóvenes que habían quedado embarazadas, como se decía entonces "a causa de un desliz", y se podían pagar la intervención. Lamentablemente, en muchísimos casos, ni los padres se enteraban; y en los restantes también preferían ignorar la dramática situación. “De esto, nunca más hablaremos”.

La historia de los niños nacidos entre las paredes de aquel edificio -y en los paritorios de la Clínica Virgen del Consuelo desde 1972- que fueron dados en una adopción a demanda por sexo, contra el consentimiento de la madre biológica en algunos casos y en muchos otros sin su renuncia expresa, es de tinte similar a la de los nacidos en la Casa Cuna Santa Isabel de Valencia. Los afectados del Santo Celo empezaron a pensar que ellos también podían ser "niños robados" al hacerse público los primeros casos de hurto con lucro de recién nacidos. Fue una casa cuna un poco especial, porque las chicas ingresaban con un coste económico que corría a cargo de su familia y era más exclusivo, más oculto y con mayor celo; funcionaba a través de contactos con sacerdotes y militares y el contacto iba “de boca en boca”. A algunos se les hizo pasar por hijos biológicos de sus padres adoptivos, falsificando incluso la edad de nacimiento de la fingida madre biológica para que el parto encajara. En 2012 catorce personas nacidas y entregadas en adopción en el Santo Celo han presentado una denuncia para reclamar al juez que esta entidad les facilite los datos de sus madres biológicas.

Pese a que la creía desaparecida, la entidad debe seguir existiendo, puesto que el inmueble todavía conserva una placa con el nombre de la Hermandad. En 1994 dimitieron todos los miembros del Patronato de la Hermandad, y en 1997 el arzobispado propone un nuevo Patronato compuesto por las siguientes personas:
- Agustín García-Gasco Vicente (Arzobispo de Valencia)
- José Ivancos Bru (capellán del Hospital General de Valencia)
- José Viña Ribes (Catedrático de Fisiología de la Universitat de València)
- José Viña Giner (director de la escuela de enfermería Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia)
- Víctor Smith Agreda (Catedrático de Anatomía y Embriología humana de la Universidad de Valencia)
- Manuel Martínez Pérez-Lurbe (jurista)
- Francisca Olmedo, viuda de Cerdá (periodista, escritora, crítica de arte y profesora de Historia)
- Eduardo Nogués Pelayo (Catedrático de Radiodiagnóstico de la Universitat de València)
- Ana Balaguer Serón (Directora Técnica de la Escuela Universitaria de Enfermería Nuestra Señora de los Desamparados)
- Alfonso Grau Alonso (Cirujano del Hospital General y concejal del Ayuntamiento de Valencia)
- Juan Lladró Dolz (Empresario, Cerámicas Lladró)
- Eduardo Primo Yúfera (Catedrático de la ETSI Agrónomos de Valencia)
- Francisco Puig Blanes (Letrado y Magistrado del CGPJ)
- Ricardo Zaragozá Ginés (Médico)

Fachada

Acceso

El inmueble de la Hermandad del Santo Celo, con una capilla dedicada a la Virgen y múltiples historias, se dedicaría al Dispensario de Nuestra Señora de los Desamparados. En 1953 se celebra la apertura de la Escuela Diocesana de Enfermeras, en el segundo piso del Dispensario de Nuestra Señora de los Desamparados, en cuyo bajo se situaba la Real Hermandad del Santo Celo, en la Calle Jesús número 10. El primer curso de esta Escuela Diocesana de Enfermería se inauguró el 9 de noviembre de 1953 con la celebración de una Santa Misa en la Capilla del Santo Celo y la bendición de los locales por parte del Sr. Arzobispo de la Diócesis de Valencia, Monseñor Marcelino Olaechea. En este acto participaron, asimismo, José Corts y Juan José Barcia Goyanes, Rector y Decano de la Facultad de Medicina de la Universitat de València, respectivamente. Este primer curso lo componían 17 alumnas que recibieron el cinturón rojo, distintivo del primer curso de la Escuela, en el segundo curso era de color verde y en el tercero amarillo. Posteriormente la escuela pasó a integrarse en la Universidad Católica de Valencia y en 2010 se convirtió en Facultad de Enfermería, donde se imparte el Grado en Enfermería.

La imagen de la Virgen de los Desamparados fue adquirida en estudio taller de escultura Ramón Granell Pascual, situado en la Plaza de la Reina nº 5 de Valencia y la fecha de su realización la podemos situar alrededor de la década de los años 1940-50. La talla en madera de pino de Suecia de la imagen es de alta calidad, tanto en el modelado como en la decoración y policromía. Está labrada en oro de ley de 22 quilates en su totalidad, con el manto estofado al huevo (llamado en valenciano "espolinat") y cuenta con encarnaduras realizadas al óleo y elementos añadidos, como el fajín con lazo.

Fuentes:
Fotografías originales del autor, salvo mención

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