La Remonta del Cap de França


Los historiadores sitúan en 1864 la creación del actual Servicio de Cría Caballar. Se organizaron los depósitos de sementales y luego se instituyó la Yeguada Militar de Córdoba, encargada de reconstruir la Pura Raza Española. Luego se fundó el Servicio de Remonta, que tutelaba la reproducción.

El Cuartel de la Remonta fue construido en lo que era una vieja alquería del Cap de França. Este núcleo de pescadores estaba comprendido entre la acequia de los Ángeles o de Pixavaques (actual calle Pintor Ferrandis) y la de la Cadena (hoy Avenida dels Tarongers) que lo separaba de la Malva-rosa. El topónimo, de origen desconocido, desapareció de los planes oficiales y de la memoria colectiva de la ciudad, aunque sigue muy presente en el Marítimo. Ya se la menciona en documentos oficiales de finales del siglo XVIII. Así, en un plano alzado a raíz del incendio de un importante número de barracas en el Cabanyal en 1796 se describe el caserío de cada una de las tres partidas al norte del Grau: el Canyamelar con doscientas dos viviendas más la ermita de Ntra. Sra. del Rosario; el Cabanyal con doscientas cinco viviendas y el Cap de França con ochenta y cuatro viviendas más la ermita de Ntra. Sra. de los Ángeles. Sus primitivos habitantes vivían por y para la pesca, actividad que compartían con sus vecinos pero con plena dedicación, alternando, como mucho, las redes con algún que otro alijo. Aquellos pescadores constituían el proletariado del mar, marcando distancias con los «amos de parella» o propietarios de barcas de Bou, generalmente ubicados en el Cabanyal.

Puerta de acceso por la calle Tramoyeres

Antiguo empedrado

Ya en febrero de 1923 la prensa local recoge que S.A.R. el Infante Fernando, Director general de la Remonta y Cría Caballar, visitó el Depósito de sementales de la Malvarrosa. Después fue obsequiado con un almuerzo en Las Termas, y esa noche regresó a Madrid. Si en la Primera Guerra Mundial la Caballería se había convertido en algo exótico, más tarde, en los años setenta era un espectáculo ver, y sobre todo, escuchar el resonar de las herraduras sobre el pavimento, de casi un centenar de caballos al trote o al paso, yendo o viniendo de la playa, donde se ejercitaban y podían correr a rienda suelta, o ramonear sobre la pradera de grama. No fue, pues, casualidad que el sonido de los cascos de los équidos desapareciera más o menos al mismo tiempo que el zumbido de los escarabajos peloteros en la playa del Cabanyal: tras la muerte del dictador, el III Depósito de Sementales fue prácticamente abandonado por el ejército, y durante uno años fantasmales el viejo caserón —un edificio blanco y rectangular de dos plantas y de unos sesenta metros de largo, espartano como todo cuartel, que en gran parte ya se venía abajo, con un patio interior enorme y abierto entre las caballerizas y lo que debían ser habitaciones para los soldados, donde se erguían dos majestuosas moreras—, permaneció custodiado por cuatro o cinco soldados que reemplazaban pasados unos meses.

Restos de las antiguas edificaciones


Como en un castillo encantado, los niños se colaban por las ventanas para coger hojas de morera con las que alimentaban a los gusanos de seda en cajas de zapatos agujereadas, para lo cual tenían que esquivar la vigilancia de los soldados y aprender las tres o cuatro salidas posibles, con distinto grado de peligrosidad, por las que podían escapar corriendo en caso de ser sorprendidos y perseguidos.

Tras el cierre del cuartel y el traslado del III Depósito de Sementales al acuartelamiento de Bétera, los terrenos pasaron a ser de propiedad municipal y convertidos en el parque de la Remonta, que todavía conserva algunos restos de las antiguas dependencias militares. En 2019 el Ayuntamiento reacondiciona el parque y el solar adyacente. Las obras han consistido en derribar el muro que lo rodeaba por estar en peligro de colapso y era utilizado para consumir sustancias a modo de "narcosala", y se procede a su limpieza y el mantenimiento de la superficie ajardinada. Ahora, el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar propone incluir este espacio en una vía verde que incluirá 54.060 m2 y partirá del Parque de la Remonta, transcurriendo por las calles Tramoyeres, Los Ángeles-San Pedro, Vicente Brull y finalizando en las Atarazanas.

Fuentes:
Fotografías originales del autor

Comentarios

Entradas populares de este blog

La desaparecida Academia Castellano, Valencia

La antigua Cárcel de Mujeres, Valencia

Homenaje a Blanquita