El Palau dels Exarchs
La calle Exarchs, entre la iglesia de los Santos Juanes y la calle de Santa Teresa, lleva el nombre de uno de los caballeros del Rey D. Jaime, Pedro Exarchs. Él y su familia se instalaron en esta zona extramuros de la ciudad y habitaron las casonas solariegas que aún existen, correspondientes a los números 3 al 11 de esta calle, y con sus fachadas posteriores que asoman a la calle de Belluga. El inacabado proyecto de la Avenida del Oeste se interrumpe precisamente en esta manzana de edificios, construcciones góticas cuyo conjunto configuraría la mansión que da nombre a la calle, siendo el nº 3, junto con la unidad formada por los números 5 y 7, los que conservan un carácter semejante, donde todavía se aprecian las reformas del XVIII y XIX sobre la primitiva construcción, posiblemente del XIV. Los dos últimos coinciden en la solución de su fachada principal, similar en configuración y ritmo de huecos, compartiendo, además, el alero de madera que remata el conjunto. No ocurre lo mismo en la fachada posterior, cierre de la mencionada avenida, donde se rompe la unidad constructiva, que se fragmenta todavía más con los cuerpos añadidos, encubriendo la imagen de los edificios. Los números 3, 5 y 7 que actualmente están en desuso forman en la actualidad una construcción unitaria. En el exterior es difícil percibir la unidad, puesto que los tres edificios están claramente delimitados, en cambio, en el interior la distribución es la de una gran casa.
Fachadas posteriores recayentes a la calle Belluga |
El número 3 es palacio posiblemente del siglo XIV, pero con una importante intervención en el XVIII que ha modificado la fachada y el interior. Fue vivienda unifamiliar. Como todos los palacios, presenta una fachada principal con planta baja, semisótano y entresuelo, dos pisos y buhardilla. Con grandes huecos y balcones con rejería típica del XVIII. Un gran alero con entrevigado de madera remata el conjunto. El patio tiene un encanto especial. Más allá de la primera crujía, en donde se hallan las puertas que conducen a las dependencias del edificio, aparece, precedido por un gran arco rebajado de piedra, el espacio descubierto; todo él rehecho en el siglo XVIII. Una escalera de mármol de esta época, con la típica barandilla de forja y madera, conduce a las viviendas. La escalera aparece sin cubrir excepto los descansillos que se integran en galerías voladas, recurso original en Valencia. La fachada posterior da a la calle Belluga y el final de la avenida del Oeste. El muro está trabajado en ladrillo visto. Las grandes ventanas del entresuelo están protegidas por unas verjas suavemente curvadas en los extremos; y el primero y segundo piso presentan balcones. Es la más llamativa y consistente fachada posterior de todo este grupo de palacios de la calle Exarchs. Es un edificio entre medianeras de tres plantas y semisótano recayente a las calles Exarchs y Belluga, construido en el siglo XlV, que recibió un nuevo recubrimiento de fachada en el siglo XVlll. Fue sometido a una adecuación en 1977. La fachada recayente a la calle Belluga tiene cuatro vanos por planta, siendo los del semisótano rectangulares y el resto rematados por arcos rebajados. La fachada es de ladrillo, con gran impacto visual del llagueado, y con el mismo ladrillo se construyen los dinteles de los vanos. Los vanos de planta primera están vinculados a rejas que abandonan el plano de fachada, y los de planta segunda y tercera a balcones metálicos apoyados sobre puntales metálicos. Destaca la gran altura de la planta segunda. Un alero de madera con canalón visto remata la composición de la fachada. La cubierta es inclinada de teja cerámica. La fachada recayente a la calle Exarchs tiene un gran portón en la parte izquierda de la fachada da acceso a la vivienda, ocupando la altura libre del semisótano y de la planta primera. La composición general de los vanos es de dos por planta, sin embargo en el semisótano aparece uno extra ala derecha, en la planta tercera aparece un pequeña ventana a la izquierda y la bajo cubierta presenta cuatro pequeños vanos de ventilación de la cámara. Los vanos principales de las plantas segunda y tercera son de marcada directriz vertical, sobre todo los de planta segunda, vinculados a balcones metálicos. Una cornisa moldurada con canalón visto corona la fachada. Cubierta inclinada de teja cerámica. Elementos como su cocina monumental en el entresuelo, la capilla de San Ignacio de Loyola, la escalera principal (del siglo XIX), así como la trama y el paisaje urbano tradicional del Carrer Exarchs son algunos de los elementos de más valor que hay que preservar. El departamento de Historia del Arte de la Universitat de València, el Consell Valencià de Cultura y el Instituto de Restauración del Patrimonio así lo avalan también con sendos informes que proponen la declaración como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento para preservar estas casonas y los elementos con mayor valor patrimonial para la ciudad. En la actualidad se encuentra en trámite una solicitud de licencia para instalar en los palacios un establecimiento hotelero.
Los números 5 y 7 forman una unidad, mientras que el número 9 se puede considerar independiente. Es de destacar, en la primera unidad, el gran alero de madera que remata el edificìo en sus dos fachadas, así como la coherencia entre las mismas, aunque en el S. XIX nuevamente fue remodelado, como puede fácilmente apreciarse en su interior, como palacio Barroco con recubrimiento de fachada del siglo XVlll, remontándose su origen al siglo XV. Tienen planta baja con semisótano y entresuelo, un piso y desvanes. Un gran alero de madera remata el edificio. El zaguán, con una enorme puerta de acceso, presenta dos de sus arcos cegados. La fachada posterior conserva el gran alero de madera y el mismo rito de huecos que la principal, pero es de una mayor sobriedad. Forma unidad con el número 7, en cuya planta baja se ubicaban caballerizas y servicios.
Fachadas de los números 3, 5 y 7. Al fondo, los Santos Juanes. |
Puerta de acceso del número 5 |
Fachadas de los números 9 y 11 |
El número 9 es, en la actualidad, un convento de Religiosas Terciarias Capuchinas, que fue sometido a una adecuación de dudoso resultado en 1977. El número 11 fue derribado y actualmente el espacio que ocupó está edificado quedando tan solo el gran portalón de entrada como único recuerdo del antiguo palacio.
Placa en memoria de D. Eduardo Pérez Pujol |
En esta calle nació en 1657 el arzobispo de Valencia D. Antonio Folch de Cardona, hijo del almirante de Aragón D. Felipe Folch de Cardona, marqués de Guadalest. En el número 7 una placa de mármol nos informa que en ella el catedrático de Derecho D. Eduardo Pérez Pujol vivió y falleció en 1894; y frente a estos palacios, en la esquina con la calle Botellas, nació en 1859 D. Enrique Reig Casanova, cardenal primado de Toledo (el “Primado Reig”).
Fuentes:
Origen e Historia de las calles del Centro Histórico de Valencia. Las Provincias, Valencia, 2001.
Fotografías originales del autor
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