Los Baños del Almirante


Es una construcción medieval destinada a baño público. La fecha de fundación se sitúa en 1313, cuando el caballero Pere de Vila-rasa obtiene licencia del rey Jaime II para construir un baño en un solar de su propiedad. El baño que levanta Pere de Vila-rasa tiene una distribución similar a la del baño árabe de vapor o hammàm: vestíbulo o sala de descanso; tres estancias abovedadas (sala fría, templada y caliente), que se corresponden con la zona húmeda y calurosa del baño; letrinas y sala de la caldera.

Vestíbulo

Sala fría

Pavimento original

El edificio consta de tres cámaras con vueltas: la sala fría, la tibia y la caliente. La fabricación de sus muros es muy sólida y muy gruesa para resistir la humedad y mantener el calor, sin más aberturas que las de las pequeñas puertas de comunicación entre las distintas salas y unos pequeños tragaluces estrellados abiertos en las vueltas y tapados con vidrios, originalmente, de colores. Habitualmente a este conjunto, o baño propiamente dicho, se añadía una sala con funciones de vestíbulo o lugar de reposo, además de a los locales de servicio, como la sala de la caldera y el depósito de leña.

La sala fría es rectangular cubierta con vuelta de cañón, y con diez tragaluces estrellados. Era la primera sala, a la que se accedía desde el vestíbulo, que daba en el calle. Era una estancia de tráfico que disponía de letrinas y de un espacio para almacenar los utensilios de baño. También había una fregadero de agua fría para que los bañistas la mezclaran con agua caliente.

Estancias auxiliares

Capitel

De la fría se accedía en la sala tibia, donde la gente pasaba la mayor parte del tiempo. Esta sala, la más bella del conjunto, es la dependencia de mayores dimensiones. De planta rectangular está dividida en tres tramos mediante tres arcos que bajan en dos columnas. El espacio central está cubierto por una cúpula octogonal sobre trompas, y en la cúpula se abren tragaluces estrellados. Los espacios laterales son rectangulares y están cubiertos con vuelta de cañón perforadas con tragaluces estrellados.

Sala tibia

Sala caliente

Desde la sala tibia se entra a la caliente, que al igual que la fría, es de planta rectangular cubierta con vuelta de cañón y con seis aberturas estrelladas. En la boca de la sala caliente hay una abertura que permite tomar agua en ebullición; el aire caliente producido por el fuego de la caldera se expande, a través de uno hipocausto o cámara de poca altura, bajo el piso de la sala, y después asciende por el interior de los muros que limitan con la sala templada a través de unas chimeneas denominadas calentadores. La sala caliente es la que define el baño de vapor. Como el pavimento estaba muy caliente, la gente vertía cubos de agua continuamente y generaba vapor. Después de pasar unos minutos en esta sala, los bañistas acudían a la sala tibia para darse los masajes y conversar.

En el siglo XIX los diferentes propietarios del baño efectuaron importantes obras de renovación del inmueble. Por un lado, se instalan bañeras de mármol en cabinas individuales de baño compartimentando para ello las tres salas húmedas. Por otro, se dota al edificio de un aspecto orientalizante con la construcción del arco de entrada y la decoración interior con azulejos y yeserías de estilo neonazarí. La única pieza del conjunto de los baños que no se conservó durante estas obras fue el vestíbulo.

En 1959, los baños cierran sus puertas después de funcionar durante más de seis siglos como baño público, hecho realmente singular. Entre 1961 y 1963 se lleva a cabo un proyecto de restauración destinada a eliminar la transformación del siglo XIX, excepto la portada de la entrada. A partir de 1963 en su interior se instala un gimnasio. En 1985 la Generalitat Valenciana compra el edificio y en 1999 decide acometer el proyecto de recuperación y rehabilitación, iniciando las obras en el año 2001. El edificio, propiedad de la Consellería de Hacienda, es gestionado por Cultura, después de haber sido gestionado por el Consorcio de Museos desde 2014 hasta 2016. Su nombre viene dado por la cercanía al Palacio de los Almirantes de Aragón, con el que forma conjunto. Dicho nombre lo cede también a la calle donde se sitúa: calle de los Baños del Almirante (carrer dels Banys de l’Almirall, 3-5). Están declarados monumento histórico artístico y Bien de Interés Cultural (BIC).

Fuentes:
Baños del Almirante. Seis siglos de baño público 1313 - 1959. Generalitat Valenciana. Conselleria d’educació, Investigació, Cultura i Esport.
Fotografías originales del autor

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