La Casa del Bous i els Tenyidors


La antigua Casa dels Bous, situada en el barrio marinero del Cabanyal y muy cercano a orillas del mar, se llama así porque en este lugar se recogían los toros o bueyes que sacaban las barcas de pesca de la orilla del mar. La “pesca dels bous” es una forma artesanal de pesca propia del Cabanyal y los barrios cercanos, Canyamelar y Cap de França.

Este edificio, citado en varias ocasiones por Vicente Blasco Ibáñez en su libro Flor de Mayo y del que se dice que Sorolla guardaba sus cuadros mientras pintaba, se encontraba en estado lamentable antes de 2014. Fue construido a instancias de la Marina Auxiliante, sociedad creada en 1874 para agrupar y ayudar a los pescadores del Poble Nou del Mar, que fue municipio independiente entre 1839 y 1897 y agrupaba los barrios marineros del Cabanyal, Canyamelar y Cap de França.

Fachada delantera. A la derecha, la casa dels Tenyidors

Vista desde la calle Pescadors

En un principio la Casa dels Bous se encontraba en la calle San Telmo, pero hubo que buscar otro emplazamiento más cercano a la orilla. Hecho que consiguieron tras hacerle llegar un escrito en el año 1877 al entonces rey Alfonso XII, ya que gracias a esta petición, la misiva real daba orden de que “ninguna autoridad se oponga a que los pescadores de Pueblo Nuevo del Mar, pertenecientes a la Marina Auxiliante, edifiquen una casa para los toros en la playa”. En la fachada lateral existe un reloj de sol, restaurado hace unos años, que indica “año de 1895”, fecha que se presupone como año de la construcción de la Casa del Bous, tras la “real concesión” otorgada por el propio rey Alfonso XII a los pescadores en 1877.

El edificio está formado por un patio delantero descubierto y dos volúmenes de dos plantas de altura. El volumen trasero servía originalmente como establo y en el delantero, que está encarado al mar, se encontraba la vivienda de los encargados de los toros. El edificio tiene su entrada por un arco rebajado y sobre el mismo hay un balcón con antepecho de forja. Cuatro ventanas dos por piso completan el conjunto. En cuanto a la construcción, se trata de un edificio sencillo, que cuenta con alguna pieza ornamental, entre la que cabe destacar unas cabezas de toros en la fachada principal.

El espacio de tenyidors se encuentra colindante a la Casa dels Bous. En este edificio se teñían las redes de cáñamo de los pescadores. Era un edificio de uso comunal, donde se reunían los pescadores, dividido en 36 parcelas estrechas y alargadas de unos 25 metros cuadrados de media -18 en cada el lado-, abiertas a una calle central, con orientación Norte-Sur, pavimentada con bloques de rodeno y tres pozos de boca cuadrada para tomar el agua. Actualmente, sólo se conservan tres casetas, la huella de muchas otras y el pavimento central.


Fachada posterior (calle Drassanes), antes y después de la rehabilitación

En el plano de 1929 aparecen con la denominación de cobertizos, haciendo referencia posiblemente a construcciones ligeras techadas a un agua, en cuyo interior se disponían las instalaciones necesarias para el teñido de redes y donde se podían resguardar de las inclemencias del tiempo las artes e instrumentos relacionados con la pesca. Cada patrono tenía su propia caseta. Ésta contaba con una única estancia, con un horno de leña, sobre el que se colocaba una caldera de cobre para hervir la corteza de pino triturada (rosca) , y una balsa excavada en el suelo, donde se decantaba el líquido, de color marrón, en el que se sumergían las redes, realizadas por aquellos tiempos con “cotó i cánem”, para su teñido. Esta era una operación que se debía realizar regularmente para alargar la vida de las redes y para camuflarlas dentro del agua.

La introducción de las redes realizadas con fibras sintéticas (nailon) supuso el abandono de la función inicial de estos 'teñidores'. Pasado un tiempo, muchos pescadores ocuparon (por propiedad o compra) las casetas de la antigua Sociedad de marineros, quienes las reformaron con otras funciones. Después de la riada de 1957 los 'teñidores' se ocuparon y habilitaron como viviendas.

Cabezas de toro en la puerta de acceso

Reloj de sol

La Casa del Bous ha tenido distintos usos. Hace unos años, Atelier dels Bous, que es así como se le conoció hasta hace no mucho, tuvo aquí su sede convirtiendo el espacio histórico en un proyecto cultural de la Asociación «La Fábrica del Sol», que tomó las riendas del local en diciembre de 2014. En él se podía encontrar arte contemporáneo, música y artesanía, además de un espacio para tomar algo tranquilamente. Por este lugar, que estuvo abandonado hasta 2014, pasaron diversos espacios como un taller metalúrgico para la industria naviera y del ferrocarril o un lugar abandonado en manos del Ayuntamiento de Valencia durante ocho años, y que una vez recuperado por la Marina Auxiliante, se hicieron tímidos intentos de apertura, cediendo el espacio a Desayuno con viandantes o acogiendo la inauguración del Cabanyal Íntim 2015. En 2016 se llegó a decir ya que sería sede del futuro Museo Marítimo de Valencia. Fue en abril de 2018 cuando dos caras conocidas de la música en Valencia, Luis González y Juancar Soria, retomaron un nuevo proyecto en el interior de la antigua Casa dels Bous: Artivida, un nuevo bar sociocultural, terraza y sala de conciertos.

En 2020 la Junta de Gobierno Local aprobó las obras de rehabilitación para la sede del futuro Museo del Mar. Tras la paralización de las obras por problemas con la titularidad del edificio, en 2021 se aprobó continuar la ejecución de las obras que formarán parte del futuro Museo del Mar de València con un presupuesto de 1.600.000 euros. La justicia estimó el recurso de la hasta ahora concesionaria de este terreno, la Marina Auxiliante (colectivo de patronos de barco) y anuló el fin de la concesión que planteaba el Ayuntamiento de Valencia. El colectivo de antiguos patronos defienden que la concesión del Alfonso XII fue indefinida y desde el área de Patrimonio municipal mantienen que era de 99 años y que caducaba en 2018. Pero dado que la sentencia no es firme, el ayuntamiento ha decidido la continuación de las obras.

Imagen histórica de la Casa del Bous.
Fuente: Las Provincias

Noticia de prensa.
Las Provincias, 29/06/1933

Durante la rehabilitación se ha encontrado un segundo reloj de sol que estaba bajo una capa de alquitrán y que se sitúa en la fachada opuesta al otro emblemático. Según algunos estudios, se trataría de uno de los relojes de sol más antiguos conservados en la ciudad y marcaría la hora de vuelta de las barcas. Las marcas horarias son piezas cerámicas y el conjunto es muy colorido. En el interior del edificio, que ha sido establo, pero también oficinas y hasta un pub, se ha recuperado el techo original, que estaba tapado por cañizo. El forjado, que no estaba en el proyecto original, separará una planta baja para la exposición permanente y una primera planta de exposiciones temporales.

Fuentes:
Fotografías originales del autor, salvo mención

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