El refugio antiaéreo de la calle Serranos


Entre enero de 1937 y la finalización de la Guerra Civil española Valencia fue objetivo de más de 400 bombardeos, la mayoría por parte de la aviación y la marina de guerra italiana, aliada del bando nacional, la que se encargó de estos ataques a nuestra ciudad. Se calcula que la cifra de fallecidos a causa de los bombardeos ascendió a 800 muertos, mientras que los heridos fueron alrededor de 3.000 y más de 900 edificios resultaron destruidos.

Túnel de acceso desde la calle Serranos

Espacio interior

La Junta de Defensa Pasiva, creada por el Ministerio de Defensa el 22 de junio de 1937, fue el organismo encargado de la construcción de refugios antiaéreos. Para este propósito se editó un folleto que contenía instrucciones y planos donde se detallaban las características fundamentales. Según algunos estudios llegó a haber más de 250 refugios en Valencia, de titularidad pública y privada. Su función era proteger a la población en su interior y amortiguar los impactos de los proyectiles. Para ello, se utilizaron centros públicos, como colegios, y también edificios particulares.

Acceso por la calle Palomino

Túnel de acceso desde la calle Palomino

El Refugio de la Calle Serranos se construyó en 1937 y tenía capacidad para acoger a 400 personas. Se desconoce su autoría. Se trata de un tipo de refugio adintelado de planta alargada que se sujeta gracias a grandes columnas rectangulares. Conserva los bancos corridos adosados en paredes y alrededor de los pilares, para que la gente se acomodara, y las rejillas originales de ventilación. Una de sus dos entradas, la que da a Serranos, nº 25, conserva completo el rótulo de REFUGIO en letras Art Decó. La otra entrada da a la Calle Palomino. El acceso se hace por medio de escaleras desde las puertas situadas a nivel de suelo. La sala del refugio tiene 3 naves, separadas por dos hileras de pilares de hormigón que sujetan una cubierta adintelada muy gruesa (de más de 1,50 metros de hormigón). En el techo y paredes se abren los orificios para la captación y extracción del aire, que comunican con tuberías que salen al exterior mediante una alta chimenea conservada en la cubierta. Como la mayoría de refugios de la ciudad, el de Serranos tenía un baño, al lado del extractor de aire. Gran parte de estos elementos originales ha desaparecido, pero el estudio arqueológico ha permitido reconstruir su aspecto original, que puede observarse en uno de los paneles informativos instalados.

Bancos

Rrecreación del baño y la extracción de aire

Tras la finalización de la guerra fue utilizado algún tiempo como almacén de plátanos, y más tarde como casal fallero, época en la que se llevaron a cabo algunas reformas. Después permaneció abandonado durante muchos años con sus puertas clausuradas. Finalmente, en 2018 se ha realizado una gran rehabilitación que ha costado 165.000 euros en total, de los que la Diputació de València ha aportado 100.000 euros. Prueba de la dilatada historia del refugio son los más de 200 dibujos recuperados en la restauración y que abarcan desde el momento de su construcción hasta su abandono como casal: dibujos de figuras humanas, nombres y firmas, pero también de casas bombardeadas o de escuadrones de aviones de combate, que reflejan las sensaciones de quienes hallaban allí protección.


Dibujos murales recuperados

Desde su apertura se programan visitas guiadas y además su espacio está destinado a la realización de actos e iniciativas culturales. Está declarado Bien de Relevancia Local.

Fuentes:
Fotografías originales del autor

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