La Rotonda del Mirador


Esta rotonda de entrada y salida a Valencia por la V-21 vino a sustituir al llamado "semáforo de Europa". Muchos lo llaman "el mirador sin vistas", y está considerada como la rotonda más cara de España. La glorieta, situada en el acceso a la capital por la avenida de Cataluña, uno de los principales, tiene en el centro una construcción de altura considerable que se encuentra abandonada, así como también todo lo que hay alrededor de ella (maleza en el jardín anexo y alrededores; fuentes sin agua; óxido en las barandillas; grafitis en la parte inferior del túnel; focos rotos y sin uso; etcétera). Se trata de la Torre Miramar, uno de los lugares de más despilfarro e inservibles de la capital, además de estar totalmente abandonada. Con capacidad en su interior para cerca de 160 personas, esta desaprovechada torre, un mirador que no tiene uso alguno (tampoco es que valga la pena sus vistas), tiene 45 metros de altura y fue creada para divisar el litoral valenciano, pero que lo único que se ve es la ciudad. Su nombre no le hace honor alguno, pues apenas se divisa la playa de la Malva-rosa.

Pasarela de acceso


La torre estuvo abierta al público durante un tiempo, tan solo tres meses, aunque nos indican que estuvo unos cuantos más. El ascensor dejó de funcionar al poco de la inauguración, y si uno quería ver las vistas había que subir a pie, hasta que finalmente se decidió cerrarla por completo. Antes de eso, el entonces consistorio del Partido Popular gobernado por Rita Barberá, se negó a recepcionar la obra. Argumentó que no interesaba a los ciudadanos de Valencia, dudando de su rentabilidad económica, donde hubieran sido necesarias dos ordenanzas y el cobro de entrada. Se optó, sin embargo, por la vía de no cobrar entrada y dejar libre el acceso por la escalera, además de mantener cerrado el ascensor panorámico que muy pocas personas disfrutarían mientras estuvo en uso.


Torre Miramar

A pesar de ser una construcción ejecutada durante el gobierno socialista de Zapatero, el proyecto (rotonda, torre, soterramiento para el paso de vehículos, jardín anexo, fuentes y vías de Metrovalencia), en realidad, data del gobierno de Aznar (de 1997), un año después de entrar en el gobierno de España. Sin embargo, el primer proyecto de acceso a Valencia por la V-21 sólo contemplaba dos rotondas y un túnel para gestionar el tráfico. Fue en 1997 cuando se propuso un cambio del proyecto y se incluyó, de manera consensuada con el Ayuntamiento de la ciudad de Valencia, la inclusión de las fuentes y la Torre Miramar. Las obras, incluyendo el túnel de la avenida que hay bajo la rotonda para el paso de vehículos, además de partir la rotonda para el paso de las vías de Metrovalencia, costaron unos 24 millones de euros (sobre el total de los 15,9 millones de euros presupuestados) más un sobrecoste añadido de cerca de 9 millones de euros, donde necesitaron 5 años para su finalización (comenzaron en 2004, tras la llegada de Zapatero al gobierno, y terminaron en 2009, inaugurándose el 19 de junio de 2009).

En diciembre de 2019, el Ayuntamiento de Valencia -gobernado por Compromís y PSPV-PSOE- volvió a exigir al Gobierno de Pedro Sánchez que revise el estado y ejecute las obras necesarias para devolver la Torre Miramar a su estado inicial. Son las condiciones que el Ayuntamiento ofrece a cambio de aceptar la infraestructura. Los técnicos de las distintas áreas del consistorio valenciano han cifrado en poco más de tres millones de euros el gasto necesario para acondicionar de nuevo este espacio.

Maceteros en la rotonda


En junio de 2021 el Ayuntamiento de València y la Demarcación de Carreteras, dependiente de la administración central, han logrado un acuerdo para readecuar la rotonda de la Torre Miramar y dar uso a esta instalación. En agosto de dicho año se han iniciado ya los trabajos para limpiar y adecentar la rotonda; estos primeros trabajos van a consistir en arreglar o adecentar parte de los elementos de la rotonda como el estanque principal, la fuente rectangular y el paso subterráneo que hay en el entorno de la Torre de Miramar. Además, para garantizar la seguridad de los viandantes que frecuentan la zona se han cerrado los accesos. El Ayuntamiento solicitó el cierre y la eliminación de los accesos subterráneos, el desmontaje de las pasarelas inferiores de peatones, la habilitación de recorridos accesibles por el estanco principal, o la limpieza y eliminación de riesgos del recinto interior. Parte de las actuaciones que ahora se están haciendo fueron las acordadas en junio y ratificadas en julio por la Junta de Gobierno Local. Una vez se ponga en valor la rotonda , se concretará el futuro de la Torre de Miramar, probablemente con otro convenio a dos bandas entre el Ministerio y el consistorio. Se quiere ceder la explotación de la torre a una empresa previo pago de un canon, y convertir todo el entorno en un espacio único para practicar escalada, parkour, skate y patinaje, entre otros deportes de aventura y carácter urbano.


Arte urbano

Terminada la obra, en febrero de 2022 ha acogido el evento "Miramar Urban Meet" con exhibiciones de parkour, skateboarding, patinaje, danzas urbanas o graffiti a cargo de los colectivos Valencia Royals , Motion Academy, Longboard Valencia y Let's grow. Para su recuperación para el uso ciudadano se ha colocado un paso de cebras y un semáforo para acceder al espacio (antes, básicamente había que jugarse la vida para llegar a la rotonda). Sin embargo, el estado actual sigue siendo de abandono, con explanadas de cemento, acumulación de envases y basura, y abundancia de pintadas de dudoso gusto. Del rocódromo previsto nada se sabe.


Estado actual de la rotonda


Fuentes:

Comentarios

Entradas populares de este blog

La desaparecida Academia Castellano, Valencia

La antigua Cárcel de Mujeres, Valencia

Homenaje a Blanquita